/ martes 11 de junio de 2024

2 de junio

Nota editorial. Internacionalista por parte de la Universidad Anáhuac en la Ciudad de México.

El 2 de junio la Dra. Claudia Sheinbaum, se convirtió en la candidata presidencial más votada en la historia de México. Si bien se preveía una victoria contundente de ésta, la gran sorpresa resultó ser que obtuvo más votos que su predecesor el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). La Presidenta electa concentró 35.92 millones de sufragios, es decir, el 59.7%, 5 millones más que en 2018 cuando AMLO ganó con 30.11 millones. La superación de 32 puntos sobre la candidata Xóchitl Gálvez, quien sólo contó con 16.5 millones de votos y no llegó ni al 30%, revela dos cosas: una oposición débil y la concientización del pueblo. Lo que abre paso a que (1) por primera vez tengamos a una mujer frente al Ejecutivo, (2) así como a dar continuidad al proyecto de nación. Esto se traduce a un hito en la estructura sociopolítica mexicana, algo que se vuelve parte del legado que AMLO dejará al país.

Primeramente, la coyuntura política de 2018 ocasionada por el triunfo presidencial de AMLO, evidenció el desgaste de la estructura de poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) formada desde la década de los 30. Si bien con los sexenios de Partido de Acción Nacional del 2000 al 2012 hubo una pausa en el ordenamiento de este cuerpo, su hegemonía prevaleció en la mesa de negociación. Esto gracias a las reglas del juego político que el PRI construyó durante años y que le permitió operar por los intereses de una élite de poder. Ello contribuyó a que en los comicios siguientes se confiriera un voto de castigo a ese partido y que el fin de semana pasado tal se haya transformado en uno de confianza.

Asimismo, AMLO revolucionó todo un régimen con su llegada en el 2018, al igual que los paradigmas en la organización social al sacudir a los mexicanos. Por primera vez, se vio un ejercicio completo de la democracia, así como una extensión de los programas sociales. Actualmente, 11.8 millones de adultos mayores reciben una pensión, misma que pasó de $1,160 en 2018 a $6,000 bimestrales en 2024. El Programa de Discapacidad da cobertura a 1.4 millones de ciudadanos, Sembrando Vida a 450 mil agricultores y aproximadamente 290 mil niños son beneficiado gracias al Apoyo para Madres Trabajadoras. Estos son algunos de los apoyos gubernamentales y se debe recalcar que, gracias a un plan de nación que tiene como base la priorización de la clase baja, hoy los derechohabientes reciben los beneficios de manera eficiente.

Adicionalmente, el salario mínimo pasó $176 a $374 en la Zona Libre de la Frontera Norte y de $102 a $248 en el resto del país. De 2018 a 2022, 5.1 millones de personas salieron de la pobreza, una disminución histórica en los últimos 22 años. Lo que evidencia los éxitos de la gestión de AMLO. Mismos a los que, desde el Ejecutivo y Congreso con la mayoría calificada, deberán reforzar para aliviar la condición de pobreza extrema, la inseguridad, así como mejorar el sistema de salud.

Finalmente, si bien esta administración tuvo fallas, también se deben reconocer los logros: la mejora de los ingresos de millones de personas, una relación de no subordinación con Estados Unidos, el fortalecimiento del peso y el crecimiento económico, que deberá convertirse en desarrollo en este nuevo sexenio. Las clases privilegiadas se niegan a ver estos resultados positivos por dejarse llevar por narrativas mediáticas del ala opositora que en repetidas ocasiones transgredió el bienestar social. El bloque opositor se dedica a polarizar a la sociedad con discursos clasistas, así como a denunciar la democracia ejercida el 2 de junio, calificando de “fraude electoral” la voluntad de 35 millones de mexicanos. Hoy el pueblo está unido, politizado y consciente, por eso Claudia Sheinbaum será la nueva Presidenta de México.

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