Fricciones entre Ali Gamboa y Toño Ochoa
En el municipio de la capital, encabezado por Toño Ochoa Rodríguez, es notoria la tensión que existe con la síndico municipal Ali Gamboa Martínez. Las fricciones entre ambos no son un secreto y se alimentan día a día debido a sus aspiraciones políticas al querer convertirse en alcaldesa de Durango, con Ochoa buscando la reelección.
Un factor que intensifica esta situación es la pertenencia de ambos a partidos diferentes, como sabemos hasta ahorita, Ali encabezando las causas del Partido Revolucionario Institucional y desde luego el alcalde por el Partido Acción Nacional, contraste partidista que naturalmente genera roces y discrepancias en sus enfoques y decisiones políticas.
Estas fricciones entre Ochoa y Gamboa no pasan desapercibidas; todos los directores de las dependencias municipales, así como los regidores del ayuntamiento, son conscientes de la tensión existente. En las sesiones de Cabildo, es evidente la necesidad de un mediador que pueda conciliar temas importantes y lograr acuerdos, ya que las diferencias entre ellos obstaculizan el diálogo constructivo.
Sin embargo, ambos políticos saben que no pueden ir solos. Tanto el PAN como el PRI se necesitan más que nunca si su deseo es ganar la elección. Este escenario es una muestra de la efervescencia política que caracteriza el ambiente previo al siguiente proceso electoral, el cual inicia en noviembre. Aunque se les ve juntos en la inauguración de obras, la realidad es que su relación es más bien como la de “primos que no se hablan”.
Sin embargo, la duda persiste: ¿estará Ali dispuesta a ceder o, en su caso, a cambiarse de camiseta si las circunstancias lo requieren? El tiempo lo dirá, pero por ahora, su lealtad parece estar firmemente en manos del gobernador Villegas, ya que ella se autonombra “Estebanista”. A este escenario se suma la creciente presión que ambos políticos enfrentan dentro de sus propios partidos.
Además, Ali Gamboa lidia con un PRI que se encuentra en una situación de crisis, intentando mantener su relevancia en un entorno político donde Morena sigue ganando terreno. Aun así, es inevitable preguntarse si los intereses personales de ambos podrían terminar poniendo en riesgo la gobernabilidad del municipio.
Por su parte, Toño Ochoa busca consolidarse como la opción más fuerte para asegurar la reelección, haciendo malabares para satisfacer las demandas internas del PAN, un partido que no parece estar exento de divisiones internas y aprovecha la oportunidad de haber presentado su segundo informe de gobierno para hacer encuentros en los seis distritos locales con la intención de fortalecer su presencia en todos los poblados, comunidades, colonias y fraccionamientos de la capital del Estado.
El tiempo y la estrategia definirán el destino político tanto de Gamboa como de Ochoa. Los próximos meses serán cruciales para medir hasta qué punto ambos actores políticos son capaces de anteponer los intereses del municipio sobre sus ambiciones personales.
Las tensiones que hoy son evidentes podrían transformarse en una batalla abierta, o en una inesperada alianza que sacuda el panorama electoral de Durango. La capital espera, mientras sus líderes se preparan para la contienda.
Pero no olvidemos que aun la “ moneda está en el aire” y las cosas pueden cambiar al acercarse más la fecha del inicio de proceso electoral donde se renovarán los 39 municipios del Estado, ya que algunos políticos y secretarios del gabinete estatal se puedan sumar a la contienda como posibles aspirantes.