Durango, el voto por la supremacía constitucional: apuesta por el desarrollo y la estabilidad
El Congreso del Estado ha tomado una decisión estratégica que va más allá de la política al aprobar la supremacía constitucional. Los acuerdos con el gobierno federal, si se manejan adecuadamente, pueden ser un motor para el crecimiento y desarrollo del estado. Ahora, el reto será garantizar que esta alianza con la federación traiga beneficios tangibles para todos los duranguenses, fortaleciendo su economía, su seguridad y su infraestructura.
En una votación dividida, PRI, Morena y PVEM votaron a favor, mientras que PAN y Movimiento Ciudadano expresaron su rechazo. Este proceso no solo refleja la diversidad de posturas ideológicas en el estado, sino también la transformación institucional del país. La pregunta inmediata es: ¿Cómo impactará esta decisión en la entidad y cuáles serán los beneficios tangibles para los duranguenses?
Uno de los efectos inmediatos que se vislumbran es una alineación más estrecha entre Durango y el gobierno federal. La relación entre el gobernador Esteban Villegas Villarreal y Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de la república, podría verse fortalecida, facilitando así el acceso a proyectos y recursos federales que hasta ahora han sido limitados. La aprobación de la supremacía constitucional no es solo una decisión de principios; es una apuesta para atraer inversiones y mejorar la infraestructura estatal con el respaldo de la federación.
El apoyo del PRI, Morena y PVEM no es casual. Estos partidos han encontrado puntos de convergencia en sus visiones. En Durango, este respaldo significa una política alineada con el federalismo del gobierno actual, algo fundamental en un momento en que el desarrollo económico y la creación de empleos son prioritarios.
Por otro lado, esta decisión ha generado críticas de las bancadas de PAN y Movimiento Ciudadano, quienes argumentan que el apoyo a la supremacía constitucional podría traducirse en una pérdida de autonomía local. Para ellos, este tipo de decisiones limita la capacidad de los estados para decidir su propio destino, especialmente cuando se alinea con una visión centralista. Su postura refleja la preocupación de sectores que temen una mayor intervención de la federación en asuntos internos, lo cual podría restringir las decisiones locales en temas como seguridad, educación y finanzas.
A pesar de estas críticas, los beneficios que podrían derivarse de esta decisión son significativos. La prioridad de Durango ha sido fortalecer su economía y mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, y la colaboración con el gobierno de México es fundamental para lograrlo.
En términos de seguridad, la coordinación con el gobierno federal también puede ser clave. La supremacía constitucional podría traducirse en un mejor equipamiento para las fuerzas de seguridad locales y en un aumento de los programas de prevención del delito. Durango ha sido un estado con desafíos en esta área, y la colaboración con las autoridades nacionales puede fortalecer la seguridad en sus municipios, algo que tanto Villegas como Sheinbaum han priorizado en sus discursos.
La inversión en infraestructura también será fundamental. Durango necesita mejorar su red carretera y de transporte, especialmente en áreas rurales. Con el respaldo del gobierno federal, proyectos de gran magnitud podrían llevarse a cabo con mayor celeridad y efectividad. Esto no solo beneficiaría a los habitantes locales, sino que facilitaría el transporte de mercancías, haciendo de Durango un nodo logístico clave en el norte del país.
El compromiso de Durango con la supremacía constitucional puede interpretarse como una señal de estabilidad y de alineación con el gobierno federal, algo que las empresas buscan para operar en entornos confiables. Además, no podemos dejar de lado las recientes reformas al Poder Judicial y el respaldo a la Guardia Nacional, también avaladas por Durango.