Triunfo contundente de Claudia Sheinbaum
De acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares luego de la jornada electoral, Claudia Sheinbaum Pardo obtuvo una victoria contundente para ocupar la Presidencia de México por los próximos seis años, pues con el 95.23 por ciento de actas capturadas, obtuvo el 59.3 por ciento de la votación, lo que se traduce en 33 millones 226 mil 602 sufragios.
La trascendencia de la elección presidencial de este año, por los resultados hasta ahora conocidos, entre otros aspectos, consiste en que, por primera vez en la historia política de nuestro país, una mujer será titular del Poder Ejecutivo de la Unión, lo cual representa un duro golpe al machismo tan arraigado en México.
Diversos países han sido gobernados por mujeres y éstas han demostrado tener la capacidad suficiente para tomar las riendas del gobierno para dirigir los destinos de su comunidad. Basta dar el ejemplo de Alemania, tal vez el país más poderoso de Europa, el cual fue gobernado durante varios años por Angela Merkel, quien tuvo un desempeño político brillante, una verdadera estadista, que constituye un ejemplo para muchos otros dirigentes políticos.
Claudia Sheinbaum tiene una formación profesional como científica, pues es licenciada en Física y poseedora de un doctorado en ingeniería ambiental, por lo que, tal como lo mencioné en la colaboración del 28 de mayo, es metódica y disciplinada; también tiene una formación política sólida que se ha ido acumulando a través de los años y una gran experiencia para gobernar como lo afirmé en la colaboración citada.
El sentido de la votación se puede interpretar como una aprobación de las políticas públicas impulsadas en el periodo gubernamental que está por concluir y con la finalidad de que haya continuidad; sin embargo, Claudia Sheinbaum tiene su propio capital político para brillar con luz propia y no cobijarse bajo la sombra del actual titular del Poder Ejecutivo de la Unión, es decir, debe hacer los deslindes correspondientes.
El temor que algunos analistas han manifestado, y coincido en ese aspecto con ellos, es que al acumular tanto poder una sola persona se corre el riesgo de cometer arbitrariedades y tomar decisiones erróneas, pues se debilitan los contrapesos existentes establecidos constitucionalmente, o de plano, en los hechos quedan anulados.
En ese mismo sentido, expreso que, si bien es verdad que el Poder Judicial de la Federación necesita reformas, de ninguna manera deben ser para debilitarlo, pues tiene como finalidad defender la Constitución y, por ende, hacer realidad los derechos humanos, por lo que es imperioso que se escuchen opiniones diversas al grupo que la rodea.
En tal virtud, es deseable -y el pueblo debe exigir-, que la próxima titular del Poder Ejecutivo de la Unión, por la formación profesional que tiene y la experiencia política que ha adquirido a lo largo de los años, se conduzca con prudencia para discernir y distinguir qué es lo que le conviene y qué no le conviene al pueblo de México.
