A propósito del día del niño
Una persona no va a la escuela para “ser alguien”, se va a la escuela para mejorar ese alguien que ya se es.
El Día del Niño es una celebración que nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar, educar y guiar a los más pequeños, a quienes representan el futuro de nuestra sociedad, a quienes podemos imaginar como un edificio en construcción, una estructura sólida, fuerte, ágil, perspicaz, alegre, con sueños e ilusiones, pero en constante evolución y crecimiento.
Desde el momento en que nace, este edificio empieza a tomar forma, pero está lejos de estar completo; al igual que un edificio requiere de cimientos fuertes para sostenerse, el niño necesita valores sólidos como el respeto, la honestidad, la solidaridad y la empatía, valores que son fundamentales para su desarrollo integral y para construir una personalidad equilibrada y saludable.
A medida que el infante crece, se le van agregando conocimientos y habilidades; es como si cada nuevo aprendizaje fuera un piso adicional en este edificio en construcción; aprender a leer y escribir, entender conceptos matemáticos, explorar el mundo a través de la ciencia y el arte, son herramientas que le permiten al niño comprender su entorno y desarrollar su pensamiento crítico.
Pero no sólo se trata de conocimientos académicos; también es crucial desarrollar habilidades socioemocionales y destrezas prácticas; aprender a trabajar en equipo, resolver conflictos de manera pacífica, manejar emociones y tomar decisiones responsables, todas ellas son habilidades que le servirán a los pequeños a lo largo de toda su vida.
El objetivo de esta construcción no es simplemente hacer crecer en tamaño a los menores, algo que en el Sistema Educativo de Durango se está tomando muy en cuenta, y que está considerado en el Programa Educativo, sino lograr que al ir desarrollándose, las niñas y los niños puedan pasar del bien estar… al bien ser.
El bienser se refiere a sentirse bien física, mental y emocionalmente, mientras que el bien ser implica vivir de acuerdo con valores éticos, ser consciente de uno mismo y de su impacto en los demás, y contribuir de manera positiva a la sociedad.
El bienser es un concepto amplio que se refiere al estado de salud, felicidad y prosperidad de una persona o comunidad; no se limita únicamente a la ausencia de enfermedades o problemas, sino que abarca un equilibrio integral entre el bienestar físico, mental, emocional y social.
El bienser físico se relaciona con el cuidado y mantenimiento del cuerpo; incluye una alimentación adecuada, la práctica regular de ejercicio físico, descanso suficiente y la prevención de enfermedades; un cuerpo sano es fundamental para disfrutar de una vida plena y activa.
El bienser mental y emocional se refiere a la salud de los pensamientos y las emociones; esto implica el manejo adecuado del estrés, cultivar pensamientos positivos, desarrollar la resiliencia emocional y aprender a controlar las emociones de manera saludable; la salud mental es tan importante como la salud física, ya que ambas están interconectadas e influyen en nuestra calidad de vida.
El bienser social se refiere a las relaciones interpersonales y el sentido de pertenencia a una comunidad. Tener relaciones saludables y significativas con otras personas, sentirnos conectados y apoyados por nuestra comunidad, y contribuir al bien común son aspectos clave del bienestar social.
Se puede resumir que el bienestar es un estado de equilibrio y armonía en el que es posible sentirse bien consigo mismo, con los demás y con el entorno. Es un objetivo valioso que merece atención y esfuerzo constante para disfrutar de una vida plena y significativa.
Realizar acciones educativas para que los educandos alcancen el bienestar, es un proceso dinámico que requiere atención y cuidado continuo; no es algo que se alcanza una vez y se mantiene para siempre, sino que es necesario cultivarlo y nutrirlo a lo largo del tiempo; esto implica tomar decisiones conscientes y acciones que promuevan el bienestar en todas sus dimensiones.
Empero, el bien ser es algo superior a todo lo anterior; llevar al estudiantado hacia el bien ser implica tener el cuidado de que cada niña y cada niño pueda construir su propio edificio de manera estable y equilibrada, para que la estructura de sus fundamentos no lo conduzca a problemas en la vida adulta, dificultades que pueden afectar a su persona, a su familia y a la sociedad.
El bien ser es el progresivo conocimiento y aceptación gozosa de una realidad integral, para nosotros mismos y para las demás personas que nos rodean.
Este Día del Niño es una oportunidad para recordar que cada niño es como ese edificio en construcción, lleno de potencial y posibilidades; que nuestra responsabilidad como adultos es proporcionarle los cimientos, los valores, los conocimientos, las habilidades y las destrezas necesarias para que pueda alcanzar el bien ser y construir un futuro prometedor.
¡¡FELIZ DÍA DE NIÑO A TODOS!!