Desde el pizarrón

Con sentido humano

En la estructura de cualquier sistema educativo, el debate sobre la importancia del sentido humano, versus el sentido puramente educativo, es recurrente; aunque ambos aspectos son esenciales, el argumento que impera es que el sentido humano debe prevalecer. La política pública que ha caracterizado al Gobierno del Dr. Esteban Villegas Villarreal tiene esa proclividad y, de manera particular, la directriz estatal que a la Secretaría de Educación se la ha encomendado es dar prioridad al Sentido Humano en el Sistema Educativo.

Bajo esa perspectiva, el sentido humano en la educación se centra en el desarrollo integral de los estudiantes, no sólo en su capacidad académica, sino también en el sentido de reconocer y valorar las dimensiones emocional, social y ética de cada uno de los seres humanos, porque se tiene preciso que los estudiantes que se forman en un entorno que cuida y promueve estos aspectos, se convierten en personas más equilibradas, empáticas y preparadas para enfrentar los desafíos de la vida.

Aunado a lo anterior, la administración del Dr. Villegas Villarreal y la estructura de la Secretaría de Educación del Estado de Durango han centrado su actuación teniendo el pleno conocimiento de que la educación no ocurre en un vacío; es una interacción constante entre docentes, trabajadores del sistema educativo y alumnos, y que si como sistema educativo se prioriza el sentido humano, se fomenta un ambiente de respeto, comprensión y apoyo bilateral; que las relaciones saludables entre maestros, personal de apoyo y estudiantes son fundamentales para el bienestar emocional de todos; que los alumnos y los profesores que se sienten valorados y comprendidos tienen una mayor motivación para gestionar el aprendizaje y participan de manera más activa en los procesos educativos.

De ahí que el sentido humano del servicio educativo no es exclusivo hacia el alumnado, sino que también se extiende a los trabajadores del Sistema, incluidos maestras y maestros, personal administrativo y de apoyo y asistencia a la educación; reconocer y valorar el trabajo de todos los integrantes del sistema educativo contribuye a un ambiente laboral positivo y a la satisfacción profesional; trabajadores que se sienten apreciados y respaldados son más propensos a desempeñarse de manera efectiva y a contribuir al bienestar general de la comunidad educativa.

El 23 de junio del presente año, apareció en esta columna el pronunciamiento que tanto Gobierno del Estado, entidades sindicales y la SEED hicieron para llevar a cabo el PLAN DE RESCATE DE LOS DERECHOS LABORALES DE LOS TRABAJADORES, a fin de resolver los laudos por pago de quinquenios, la falta de pagos de seguros de vida, el pago a terceros institucionales (financieras, mueblerías, ISSSTE, SHCP, Fonacot, bancos, entre otros), cuotas sindicales y demás conceptos que la administración anterior no atendió y generó una deuda de dos mil millones de pesos.

Hoy, apenas un mes después, el Gobierno de Esteban Villegas ya inició con el reembolso de seguros de vida al magisterio, entregando a las familias de maestros fallecidos desde el 2016 la liquidación de los seguros de vida que les corresponde como herederos de las personas que dieron su vida por la educación en Durango. Este proceso inició con la emisión de pago a diez familias, quienes en conjunto recibieron un total de 2.1 millones de pesos para cubrir el adeudo que les fue retenido desde el año 2016, proceso que al reanudarse las actividades del periodo de receso escolar será continuado.

Así, se cumple con la palabra del Gobernador del Estado, de cubrir los adeudos con el magisterio, ponderando los temas sensibles, humanos, que benefician directamente a los docentes y sus familias, y, que denotan congruencia al asegurarse que la educación no sólo forme mentes brillantes, sino también corazones generosos y responsables, y que los trabajadores del sistema educativo se sientan valorados y motivados, porque los trabajadores del sistema educativo que operan en un entorno de apoyo y respeto, son modelos a seguir para los estudiantes, reforzando estos valores en las próximas generaciones.

El sentido humano en la educación implica reconocer el contexto particular de cada estudiante y trabajador del sistema educativo, lo que incluye su entorno familiar, cultural y socioeconómico. Un Gobierno sensitivo a estos factores favorece la creación de una sociedad más justa y empática, más equitativa y comprensiva; un sistema educativo que toma en cuenta estos factores puede adaptar su enfoque para ser más relevante y accesible, lo que aumenta la efectividad del aprendizaje y la satisfacción laboral. La educación centrada en la persona reconoce que cada estudiante y trabajador es único y, por tanto, adapta sus acciones para satisfacer mejor las necesidades individuales.