¿Por qué restringir el uso del celular en los niños?
Mañana 26 de agosto es un día de gran relevancia para el sistema educativo nacional, pues regresan a clases más de 24 millones de estudiantes de educación básica; en nuestra entidad, son alrededor de 400 mil alumnos de preescolar, primaria y secundaria. Esto significa un enorme reto que asumimos con responsabilidad pero con un gran entusiasmo en la Secretaría de Educación del Estado de Durango.
En este sentido, el Gobernador del Estado, Esteban Alejandro Villegas Villarreal nos alentó a trabajar de manera intensa para que todos: niñas, niños y adolescentes tuvieran en su primer día de clases, tanto uniformes, útiles, paquetes escolares y claro está, los libros de texto para que no existan limitantes a la hora de tomar sus clases. Por ello, expreso mi reconocimiento a todos los trabajadores de la SEED, que apoyaron de manera extraordinaria en esta labor para lograr este cometido, enhorabuena por ellos.
Sin embargo, el ciclo escolar 2024-2025 nos presentan un reto grande, en el cual hemos trabajado por meses con expertos académicos y directivos de todos los niveles de educación básica: el proyecto de limitar el uso de dispositivos electrónicos, como celulares o tablets en las aulas, desde preescolar, primaria y secundaria.
Sí, es una medida que puede ser drástica y controversial, pero es fundamental para el desarrollo de los estudiantes en edades tempranas. Según Marian Rojas Estapé, neuropsiquiatra española, dedicada al estudio de la inteligencia; es necesario limitar el uso de estos dispositivos en infantes menores a los 12 años, porque se puede desarrollar una adicción a la pantalla e incluso no permitir el desarrollo de la corteza prefrontal del cerebro.
Por ello, nuestros expertos académicos de la SEED, se dieron a la tarea de investigar los daños que representa el uso de los dispositivos electrónicos, por ejemplo: en estudiantes de preescolar, se puede presentar un daño a la corteza cerebral. En las niñas y niños de primaria se presentan conductas asociales, presentan poca retención, existe déficit de atención y probables ataques de ira. En lo que respecta a aquellas alumnas y alumnos de secundaria el riesgo es aún más complicado por los contenidos sexuales, la violencia verbal y explícita, e incluso los retos en que pueden caer poniendo en riesgo su integridad física.
Para el psiquiatra Horacio Vargas Murga del Instituto Nacional de Salud Mental del Perú: “el uso de los dispositivos electrónicos por los niños durante largas horas cada día, perjudica su desarrollo normal y les ocasiona problemas de conducta, trastorno de sueño e incluso problemas de depresión infantil y ansiedad, con riesgo de generar adicción en casos extremos”.
Por ello, era necesario que como autoridades educativas entendiéramos esta problemática y la atendiéramos de manera seria y responsable. El trabajo que representa limitar el uso de los dispositivos electrónicos en las aulas es mucho y requiere de un trabajo en equipo, involucrar tanto a directivos, como docentes y a los padres de familia es y será muy importante.
Y debemos entender que limitar no significa retener o prohibir, es ayudar a que nuestros estudiantes se desarrollen de manera normal, que aprendan como deber ser, que se comuniquen con sus compañeros y maestros, sobre todo, que tengan una infancia sana.
Quiero invitar a los padres de familia a que nos ayuden con esta propuesta de limitar el uso, de atender las medidas de los expertos para no solo dejar los dispositivos fuera del contexto escolar, sino en las casas, que sea un uso responsable y atendiendo contenidos que ayuden a la formación de los hijos, siempre controlado y con limitaciones de tiempo.
Los padres muchas veces tienen que adquirir estos dispositivos para estar en comunicación con sus hijos, por ello la medida que se propone es que se usen solo en caso de emergencia y que los docentes quienes estén al cuidado que las reglas se cumplan en las aulas; entonces los docentes tendrán que ser espejos en el actuar y dejar a un lado aquellos dispositivos que puedan entorpecer o distraer la atención durante la jornada escolar.
Esta medida, sin duda, es polémica y tardará un tiempo en llevarse a cabo, pero tenemos la intención de acercarnos a cada comunidad educativa y realizar un proceso de comunicación efectiva para que tanto padres de familia como directivos y docentes entiendan que lo hacemos por el bien de la educación, por la salud de los estudiantes y su futuro.
Su formación está en nuestras manos y debemos ser corresponsables todos, ellos son el futuro de nuestra sociedad y el desarrollo de Durango merece todos y cada uno de nuestros esfuerzos, porque la verdad, la educación de las niñas, niñas, adolescentes y jóvenes vale la pena, siempre será así.