Inevitable y hasta cierto punto comprensibles son los raspones que ya se están dejando sentir entre los aspirantes y suspirantes a los diferentes puestos públicos, sobre todo en lo referente al de gobernador, que más bien va a ser de gobernadora, si no, al tiempo.
El damnificado mayor en las filas morenistas es el Dr. Enríquez, quien ya se sentía despachando en el Bicentenario; ya no le queda doctor hacer rabietas, esparcir mentadas, amenazas y menos gastar lana infructuosamente en marchas y demás. Usted como médico sabe que el mejor remedio para estos casos es el agua y el ajo. Pero no nos quiso hacer caso hace tres años en que le vaticinamos que no iba a llegar a la gubernatura y ya ve, en la primera aduana quedó varado, eso sin contar que si hubiera sido el elegido a la candidatura por Morena, los de la otra alianza ya le tenían tendida la cama y les iba a ser presa fácil por tantos yerros que cometió como presidente municipal, tanto así que hasta externaron que usted era el rival más cómodo para peleársela y ganarle.
El otro descalificado en esta corriente de izquierda fue Manuel Espino Barrientos, quien mostró contrariedad, pero no explotó ni vociferó tanto como el doc. Y vamos a ver si muestra humildad para cumplir su compromiso de cuando dijo que estaba puesto para cumplirle a Morena donde se lo mandaren, ya fuera como candidato a gobernador o como representante de casilla; quisiéramos verlo Lic. Espino. Los demás aspirantes aguantaron vara al no verse favorecidos, más el Rambo, quien tenía muchas probabilidades y méritos y ya ve, la gitana le dijo que había una mujer en su camino, pero no creyó que era para su desgracia.
Lo que sí, es que se le concedió al ingeniero Arreola su deseo de que ya era tiempo de que hubiera un gobernador de La Laguna. Concedido su deseo Ingeniero, sólo que no fue para usted ni para su partido. La suerte vino para su paisana Marina Vitela, quien le pegó al gordo de la lotería y pues de lo perdido lo que aparezca, ¿no? Y es que ella ha demostrado que le sabe bien a eso de gobernar y administrar, aparte de las buenas relaciones que mantiene con el gobierno federal, lo que nos lleva a presagiar que con ella como gobernadora ahora sí se ve cerca la presa El Tunal II y otras muchas cosas.
En la cena de negros que se aprecia con los de enfrente se presagia la debacle, porque los panistas de abolengo donde se ubican los conservadores de abolengo, manifiestan ellos que si los dueños de las decisiones cupulares, mas no las grandes mayorías que siempre han sostenido la corriente de la derecha panista local, que no votarán por Esteban Villegas si él es el elegido por la coalición; por otro lado un gran porcentaje de priistas dice que si no es Villegas se irán en desbandada, muchos de ellos a hacerle el caldo gordo a Morena, de tal manera que como se presentan las cosas, esos desacuerdos le estarán facilitando las cosas a los de la otra coalición.
En Morena queda pendiente la selección de los precandidatos a las presidencias municipales y nos referiremos particularmente a la de Durango. Resulta que Sandra anduvo con mucha cercanía con Espino Barrientos pensando que por ese lado de la Ruta Cinco mascaba la iguana, pero hoy que esa vela se le apagó; anda arrimándosele mucho a Marina Vitela para ver si con su ayuda y un rosario al Santo Niño de Atocha se le concede despachar en la presidencia municipal de Durango, pero ya su suerte fue echada desde que usted diputada ya sabe cómo y cuándo; así que ni se haga ilusiones, en su pecado llevará la penitencia y por si le interesa no caer en desgracia, puede que le vaya mejor en el PAN de donde salió y de donde nunca debió haber salido, dadas sus conductas de aversión hacia los de izquierda.