Estimado lector, la información sobre las próximas elecciones en la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) ha sido inconsistente. Se discuten temas como la elección de la Rectoría, Direcciones de Unidades Académicas, Institutos, Sindicatos (Académico y Administrativo), la Federación de Estudiantes (FEUD), y las Sociedades de Estudiantes de cada unidad. Además, están en juego las instancias que regulan las elecciones, los reglamentos, las precampañas (que ya son campañas de facto) y, por supuesto, los precandidatos ya candidatos.
Estos asuntos no solo preocupan a los universitarios, sino también a exalumnos y ciudadanos interesados en la máxima casa de estudios. Dentro de la UJED, la comunidad universitaria—académicos, investigadores, estudiantes y administrativos—vive un mar de expectativas, especialmente en torno a temas tan espinosos como la autonomía y la democracia.
En este contexto, me parece fundamental reflexionar sobre el sufragio mismo. ¡El valor del voto para la vida autónoma y democrática de la UJED! Este es el tema central que quiero abordar.
La Real Academia Española (RAE) define el voto como: "Expresión pública o secreta de una preferencia ante una opción". Ampliando esta definición, el voto es un acto mediante el cual una persona expresa su apoyo o preferencia por una moción, propuesta, candidato o selección de candidatos durante un proceso electoral, ya sea de manera pública o secreta.
Dado el escenario político actual en la UJED, es crucial reflexionar sobre el estado de la institución. La magnitud histórica de la elección que se avecina, invita a considerar qué tipo de universidad quieren los universitarios para el futuro.
Aceptemos que la democracia tiene múltiples dimensiones e intensidades en todas las universidades públicas. En ese sentido, la UJED enfrenta el reto de aspirar a una mayor autonomía y democracia, una lucha que, sin duda, persistirá.
Los universitarios buscan una administración que promueva la armonía, en la que las diferencias se resuelvan sin violencia, a través del diálogo y la razón. Aspiran a un gobierno universitario que respete la ley, la seguridad, la capacitación, la sustentabilidad y el desarrollo, acorde con el progreso de la sociedad en su conjunto.
Es esencial que los procesos electorales en la UJED garanticen transparencia, participación inclusiva y total imparcialidad. ¿Por qué? Porque la UJED tiene la responsabilidad y el compromiso de formar generaciones que promuevan una sociedad justa, pacífica e inclusiva.
Este es el verdadero valor del voto. El voto es poder, y todos tienen el derecho a ejercerlo. Cada voto es una voz, y aunque muchas voces sean diferentes, todas serán escuchadas en las urnas.
El valor del voto reside en su capacidad para legitimar la democracia. Como menciona Carlos Castañeda (consultado en 2024): "El valor de un voto es una expresión de respeto mutuo entre los ciudadanos que integran una sociedad; es la máxima expresión del avance civilizado; es el reconocimiento del valor de cada ser humano basado en el respeto a la diferencia. Es lo que nos permite convivir en paz, buscando el bien común sin confrontaciones, y, sobre todo, en igualdad, sin imposiciones ni descalificaciones por pensar distinto". Hasta la próxima.