/ viernes 16 de agosto de 2024

En Cartera

Somos una de las seis civilizaciones más antiguas de la humanidad


“Anáhuac esencia y raíz de México”, obra de Guillermo Marín, señala que El Vaticano y los banqueros de Venecia, a través de destruir el conocimiento ancestral de los pueblos europeos lograron mantenerlos en la ignorancia y en la sumisión durante mil años. Fue en el siglo XVI que Venecia y el Vaticano enviaron a los hombres más pobres de los reinos de Castilla y Portugal a invadir, para en principio, destruir la sabiduría ancestral del continente Abyanáhuac y a cambio les otorgó el perdón de sus pecados a través de las Bulas Alejandrinas, de su dios para asesinar, violar, robar, someter y explotar a los seres humanos que encontraran. La destrucción del conocimiento y la sabiduría humana es el medio más efectivo para dominar y explotar en la historia de la humanidad.

Cuando Cristóbal Colón afirmó que no teníamos alma y por tal no éramos seres humanos., creó el racismo económico. Al no ser humanos podíamos ser tratados como animales y estar incondicionalmente a su servicio sin ningún derecho. Como animales no teníamos propiedades, de modo que todo lo encontrado pasaba a ser de la corona, y ésta lo repartía entre sus súbditos y encomendaba a “los anahuacas” a españoles para que los cristianizaran a cambio de su trabajo.

Un crimen de lesa humanidad, ideológicamente se sustentó en que nuestros antepasados eran animales, cuando después del Debate de Salamanca 1550-1551 entre Las Casas y Ginés de Sepúlveda se aceptó que éramos seres humanos, nuestros antepasados pasaron a seres ignorantes, primitivos y salvajes a loa que había que civilizar, entendido en el siglo XVI, como cristianizar. Este ha sido el argumento que han usado los invasores-colonizadores de ayer y de hoy para cometer toda clase de crímenes, despojos, abusos y exclusiones a los pueblos invadidos.

El círculo perverso de la colonización, es cuando el invadido-agredido se asume, piensa y aspira ser como un colonizador. Para lograr este crimen se requiere despojar al invadido-colonizado de cinco elementos culturales: su lengua ancestral para dejarlo mudo, su memoria histórica para dejarlo amnésico, sus milenarios conocimientos para dejarlo estúpido e impotente, quitarle sus espacios físicos, comunitarios y sagrados para dejarlo sin raíz y, finalmente, despojarlos de su milenaria espiritualidad e imponerle una religión ajena a él donde siempre estará excluido. Cuando se despoja a un ser humano, una familia o a un pueblo de estos cinco elementos culturales, los han destruido totalmente. Les dará vergüenza ser lo que son y no sabrán quiénes son, pretendiendo ser como su explotador: español, francés y gringo en los siguientes cinco siglos después de la invasión.

El Estado mexicano neocolonial de ideología criolla a través de la SEP, el INAH, las instituciones de educación superior y los medios masivos aplicarán permanentemente una lobotomía histórica y cultural al pueblo. La historia de 9,500 años de la Civilización Madre, la reducen a lo que ellos llaman “historia prehispánica” y se inventan un inexistente y fantasioso “Imperio Azteca” de apenas 196 años de duración.

La historia de “su país” comienza, según ellos con la llegada de Hernán Cortés y 550 “soldados españoles” que vencen a cientos de miles de poderosos guerreros del gran imperio azteca. Después, viene la época colonial, en la que se civilizó a los salvajes y a principios del siglo XIX, un puñado de ilustres en 1824, fundan México, el país de los criollos en donde estarán –hasta la fecha-excluidos los pueblos ancestrales.

Es importante conocer nuestras raíces: un pueblo, una familia o una persona sin pasado, es como un árbol sin raíces. Saber de dónde viene uno es fundamental para poder enfrentar los desafíos del presente y del futuro. Necesitamos sentir la seguridad y el orgullo de nuestro pasado. Se pretende despertar un sentido crítico y analítico de nuestra civilización. . La cultura cambia con el tiempo y el espacio, pero siempre busca el mismo objetivo: “solucionar los desafíos materiales y espirituales de la vida humana”. El Estado mexicano de manera deliberada, ha tratado de desaparecer más de diez mil años de nuestra historia. Desde 1824 se pretende negar y desaparecer esta sabiduría de diez mil años de antigüedad, ha pretendido imponer una narrativa torpe y contradictoria con mitos y fantasías de un inexistente imperio azteca como la base más antigua de la identidad de México. Somos una de las seis civilizaciones más antiguas de la humanidad. Todo individuo en la maduración de su conciencia de existir en este mundo se plantea tres cosas: “su origen, qué vino hacer a este mundo y a dónde irá después de su muerte”. Las tradiciones, fiestas, usos y costumbres de un pueblo, representan el Patrimonio Cultural más importante que podamos poseer.

Han sido evidenciadas las mentiras, omisiones y tergiversaciones de Hernán Cortés en sus Cartas de Relación, que fueron estudiadas rigurosamente por la Maestra Eulalia Guzmán Barrón y que el gobierno mexicano, no las ha querido publicar, porque las mentiras de Cortés son los cimientos del discurso criollo. La caída de Tenochtitlan en manos de Ixtlilxóchitl y no de Cortés, es para esta ideología, la caída, destrucción y extinción de la civilización del Anáhuac. Ahí están los resilientes pueblos mayas que sostuvieron la lucha armada en contra de la invasión hasta 1697, los insurgentes mayas del EZLN y la violenta lucha en contra del llamado –crimen organizado-, que es el brazo armado de las oligarquías y las megas empresas extractivas.

Durante los tres siglos de la Colonia llegó a las tierras del Virreinato de la Nueva España, una cantidad constante de esclavos de África, que, aunque nunca llegó a ser significativa tuvo incuestionablemente una presencia. De la misma manera, aunque de forma muy reducida llegaron por el Océano Pacífico a través de la Nao de la China población de Asia. Los mexicanos de ayer y de hoy, somos biológicamente una mezcla de muchos pueblos. Primero entre indígenas y después de la invasión europea, con las mezclas del continente Euroasiáticoafricano. Los mexicanos somos también un pueblo mestizo. Existía una mezcla cultural debido a la intercomunicación que existía entre las culturas indígenas. A la llegada de los invasores el mundo de la cultura indígena se derrumbó, negó y fue perseguido ferozmente.

La estrategia de dominación colonial, es la de quitarle al pueblo invadido su idioma, su historia, sus conocimientos, sus espacios y su religión, perdiendo estos cinco Elementos Culturales, se puede explotarlo de manera permanente y no se revele o luche por descolonizarse. Así pasó en los 481 años de salvaje colonización, hasta la fecha.


Somos una de las seis civilizaciones más antiguas de la humanidad


“Anáhuac esencia y raíz de México”, obra de Guillermo Marín, señala que El Vaticano y los banqueros de Venecia, a través de destruir el conocimiento ancestral de los pueblos europeos lograron mantenerlos en la ignorancia y en la sumisión durante mil años. Fue en el siglo XVI que Venecia y el Vaticano enviaron a los hombres más pobres de los reinos de Castilla y Portugal a invadir, para en principio, destruir la sabiduría ancestral del continente Abyanáhuac y a cambio les otorgó el perdón de sus pecados a través de las Bulas Alejandrinas, de su dios para asesinar, violar, robar, someter y explotar a los seres humanos que encontraran. La destrucción del conocimiento y la sabiduría humana es el medio más efectivo para dominar y explotar en la historia de la humanidad.

Cuando Cristóbal Colón afirmó que no teníamos alma y por tal no éramos seres humanos., creó el racismo económico. Al no ser humanos podíamos ser tratados como animales y estar incondicionalmente a su servicio sin ningún derecho. Como animales no teníamos propiedades, de modo que todo lo encontrado pasaba a ser de la corona, y ésta lo repartía entre sus súbditos y encomendaba a “los anahuacas” a españoles para que los cristianizaran a cambio de su trabajo.

Un crimen de lesa humanidad, ideológicamente se sustentó en que nuestros antepasados eran animales, cuando después del Debate de Salamanca 1550-1551 entre Las Casas y Ginés de Sepúlveda se aceptó que éramos seres humanos, nuestros antepasados pasaron a seres ignorantes, primitivos y salvajes a loa que había que civilizar, entendido en el siglo XVI, como cristianizar. Este ha sido el argumento que han usado los invasores-colonizadores de ayer y de hoy para cometer toda clase de crímenes, despojos, abusos y exclusiones a los pueblos invadidos.

El círculo perverso de la colonización, es cuando el invadido-agredido se asume, piensa y aspira ser como un colonizador. Para lograr este crimen se requiere despojar al invadido-colonizado de cinco elementos culturales: su lengua ancestral para dejarlo mudo, su memoria histórica para dejarlo amnésico, sus milenarios conocimientos para dejarlo estúpido e impotente, quitarle sus espacios físicos, comunitarios y sagrados para dejarlo sin raíz y, finalmente, despojarlos de su milenaria espiritualidad e imponerle una religión ajena a él donde siempre estará excluido. Cuando se despoja a un ser humano, una familia o a un pueblo de estos cinco elementos culturales, los han destruido totalmente. Les dará vergüenza ser lo que son y no sabrán quiénes son, pretendiendo ser como su explotador: español, francés y gringo en los siguientes cinco siglos después de la invasión.

El Estado mexicano neocolonial de ideología criolla a través de la SEP, el INAH, las instituciones de educación superior y los medios masivos aplicarán permanentemente una lobotomía histórica y cultural al pueblo. La historia de 9,500 años de la Civilización Madre, la reducen a lo que ellos llaman “historia prehispánica” y se inventan un inexistente y fantasioso “Imperio Azteca” de apenas 196 años de duración.

La historia de “su país” comienza, según ellos con la llegada de Hernán Cortés y 550 “soldados españoles” que vencen a cientos de miles de poderosos guerreros del gran imperio azteca. Después, viene la época colonial, en la que se civilizó a los salvajes y a principios del siglo XIX, un puñado de ilustres en 1824, fundan México, el país de los criollos en donde estarán –hasta la fecha-excluidos los pueblos ancestrales.

Es importante conocer nuestras raíces: un pueblo, una familia o una persona sin pasado, es como un árbol sin raíces. Saber de dónde viene uno es fundamental para poder enfrentar los desafíos del presente y del futuro. Necesitamos sentir la seguridad y el orgullo de nuestro pasado. Se pretende despertar un sentido crítico y analítico de nuestra civilización. . La cultura cambia con el tiempo y el espacio, pero siempre busca el mismo objetivo: “solucionar los desafíos materiales y espirituales de la vida humana”. El Estado mexicano de manera deliberada, ha tratado de desaparecer más de diez mil años de nuestra historia. Desde 1824 se pretende negar y desaparecer esta sabiduría de diez mil años de antigüedad, ha pretendido imponer una narrativa torpe y contradictoria con mitos y fantasías de un inexistente imperio azteca como la base más antigua de la identidad de México. Somos una de las seis civilizaciones más antiguas de la humanidad. Todo individuo en la maduración de su conciencia de existir en este mundo se plantea tres cosas: “su origen, qué vino hacer a este mundo y a dónde irá después de su muerte”. Las tradiciones, fiestas, usos y costumbres de un pueblo, representan el Patrimonio Cultural más importante que podamos poseer.

Han sido evidenciadas las mentiras, omisiones y tergiversaciones de Hernán Cortés en sus Cartas de Relación, que fueron estudiadas rigurosamente por la Maestra Eulalia Guzmán Barrón y que el gobierno mexicano, no las ha querido publicar, porque las mentiras de Cortés son los cimientos del discurso criollo. La caída de Tenochtitlan en manos de Ixtlilxóchitl y no de Cortés, es para esta ideología, la caída, destrucción y extinción de la civilización del Anáhuac. Ahí están los resilientes pueblos mayas que sostuvieron la lucha armada en contra de la invasión hasta 1697, los insurgentes mayas del EZLN y la violenta lucha en contra del llamado –crimen organizado-, que es el brazo armado de las oligarquías y las megas empresas extractivas.

Durante los tres siglos de la Colonia llegó a las tierras del Virreinato de la Nueva España, una cantidad constante de esclavos de África, que, aunque nunca llegó a ser significativa tuvo incuestionablemente una presencia. De la misma manera, aunque de forma muy reducida llegaron por el Océano Pacífico a través de la Nao de la China población de Asia. Los mexicanos de ayer y de hoy, somos biológicamente una mezcla de muchos pueblos. Primero entre indígenas y después de la invasión europea, con las mezclas del continente Euroasiáticoafricano. Los mexicanos somos también un pueblo mestizo. Existía una mezcla cultural debido a la intercomunicación que existía entre las culturas indígenas. A la llegada de los invasores el mundo de la cultura indígena se derrumbó, negó y fue perseguido ferozmente.

La estrategia de dominación colonial, es la de quitarle al pueblo invadido su idioma, su historia, sus conocimientos, sus espacios y su religión, perdiendo estos cinco Elementos Culturales, se puede explotarlo de manera permanente y no se revele o luche por descolonizarse. Así pasó en los 481 años de salvaje colonización, hasta la fecha.


ÚLTIMASCOLUMNAS
sábado 02 de noviembre de 2024

En Cartera

El México Profundo y la Malinche

Víctor Samuel Palencia Alonso

viernes 18 de octubre de 2024

En Cartera

Los ganadores del Nobel de Economía y sus contribuciones sobre la desigualdad y la prosperidad

Víctor Samuel Palencia Alonso

viernes 04 de octubre de 2024

En Cartera

Claudia Sheinbaum la sexagésimo sexta (66) Presidenta

Víctor Samuel Palencia Alonso

viernes 30 de agosto de 2024

En Cartera

2 de Agosto: 76 Aniversario del ITD (1948-2024)

Víctor Samuel Palencia Alonso

viernes 16 de agosto de 2024

En Cartera

Somos una de las seis civilizaciones más antiguas de la humanidad

Víctor Samuel Palencia Alonso

viernes 19 de julio de 2024

En Cartera

Se requiere repensar la Historia

Víctor Samuel Palencia Alonso

sábado 13 de julio de 2024

En Cartera

461 Aniversario de la fundación de la Ciudad de Durango

Víctor Samuel Palencia Alonso

Cargar Más