/ domingo 22 de septiembre de 2024

Exsurge

Primeros y últimos


Viendo, un día, diferentes fotos en las redes sociales, me llamó la atención la postura de cierta persona. Cuando estaba al lado de otros, en fotos de conjunto, se ponía siempre de puntitas para sobresalir. No era alto de tamaño, ciertamente, pero tampoco fuera de lo normal y, sin embargo, siempre buscaba destacar por encima de los demás. Se sentía más importante poniéndose de puntitas para sobresalir. Me hizo recordar un principio muy antiguo pero no sin actualidad. Me refiero al principio de Arquímides, que sostiene que «un cuerpo inmerso en un líquido recibe un empuje hacia arriba, tanto más fuerte cuanto más voluminoso es y, por ello, mayor es el agua que desplaza». Un barco, flota. Una pelota que intento sumergir en el agua, salta hacia afuera. Una persona «inflada», se empuja irremediablemente hacia arriba, siempre querrá sobresalir, emerger por encima de los demás. Tiene miedo de pasar inadvertido.

Lo notamos también en la sociedad, donde la competitividad es la norma que parece primar en las relaciones laborales, donde el «arribismo» nos lleva a juzgar y desprestigiar a los demás, donde las cosas se hacen para no ser menos que la vecina, el compañero de trabajo o la amiga. Se busca siempre estar arriba, sobresalir. Al grupo de los apóstoles le sucedió algo semejante, nada humano les era ajeno. Iban caminando con Jesús por la región de Galilea y mientras Él les iba enseñando el destino de padecimientos del Hijo del hombre, ellos iban discutiendo entre sí quién era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos» (Mc 9,35).

Jesús invierte los valores de entonces y de ahora. Y no es que Jesús condene el deseo de sobresalir, más bien lo propone por un camino diferente. Es decir, que Jesús sí quiere que seamos los primeros, pero los primeros por servir y por ayudar. No nos llama a la pereza o a la dejadez, no quiere que nos quedemos en la mediocridad o en lo oculto, quiere que destaquemos por el camino del bien, que es el camino del servicio. «Quien quiera ser el primero…». Es posible ser el primero, no está prohibido, no es pecado. Es más, con estas palabras Jesús nos invita a aspirar a ser los primeros, pero no poniéndonos de puntitas en la foto para opacar a los demás, no a través de la competencia desleal, no a expensas de los demás, sino a favor de ellos. El camino para subir a lo más alto es ir hacia abajo… vaya paradoja. Pero resulta. Pongamos un ejemplo.

La Madre Teresa de Calcuta fue una mujer entregada al servicio. Se dedicó durante más de 45 años estrictamente a atender a los pobres, enfermos, huérfanos, moribundos. De origen Albanés, su familia era de comerciantes acomodados, a los que renuncia por seguir el camino de la vida religiosa. «Si no se vive para los demás, decía, la vida carece de sentido». Y así lo hizo, se puso a servir y servir. «El que no vive para servir no sirve para vivir», era una de sus frases. Y siempre lo hizo desde el amor, porque «el amor, decía ella, debe costarnos», pues «si te duele es buena señal». Curaba leprosos, enseñaba a leer a niños de la calle, creó un hogar de moribundos… etc. Fue la última, la primera en servir. Ganó el Premio Nobel de la Paz en 1979 y a su muerte se le hizo un funeral de estado en la India. Por servir. La reina Sofía, el Primer Ministro Italiano Oscar Luigi, representantes de Francia e Inglaterra, la expresidenta Filipina, La Reina de Jordania, la Duquesa de Kent, el Presidente de Ghana, Hillary Clinton, el Presidente de la India, delegados del mismo Papa, medios de comunicación de todo el mundo y grandes empresarios estuvieron presentes en sus honras fúnebres. Por servir.

Y como ella, tantas y tantos servidores que son los que destacan en la vida ordinaria pero sin reflectores ni flashes. Madres y padres de familia entregados al servicio de sus familias con un Premio Nobel más importante, el de permanecer en nuestras vidas y corazones por siempre. No el dominio ni el autoritarismo que destruyen alcanzan esas metas, sino el servicio, la caridad, el amor. Es servir y no servirse lo que permanece. A eso nos llama Jesús el día de hoy.

Terminemos con una pregunta que pido respondas personalmente y desde la sinceridad. ¿Qué maestro o maestra de tu infancia recuerdas con alegría de corazón? ¿Qué personas recuerdas con gratitud en tu vida? ¿A qué persona es a la que más admiraste o has admirado? Estoy seguro que no son a los más soberbios, creídos, altaneros, autoritarios o impositivos, sino a aquellos que se partían en cuatro para servir, aquellos que lo hacían desde el cariño, aquellos que no buscaban ser los primeros poniéndose de puntitas en las fotos, sino que eran los últimos… pero los primeros en tu corazón.


X/Twitter: @Noesov

Primeros y últimos


Viendo, un día, diferentes fotos en las redes sociales, me llamó la atención la postura de cierta persona. Cuando estaba al lado de otros, en fotos de conjunto, se ponía siempre de puntitas para sobresalir. No era alto de tamaño, ciertamente, pero tampoco fuera de lo normal y, sin embargo, siempre buscaba destacar por encima de los demás. Se sentía más importante poniéndose de puntitas para sobresalir. Me hizo recordar un principio muy antiguo pero no sin actualidad. Me refiero al principio de Arquímides, que sostiene que «un cuerpo inmerso en un líquido recibe un empuje hacia arriba, tanto más fuerte cuanto más voluminoso es y, por ello, mayor es el agua que desplaza». Un barco, flota. Una pelota que intento sumergir en el agua, salta hacia afuera. Una persona «inflada», se empuja irremediablemente hacia arriba, siempre querrá sobresalir, emerger por encima de los demás. Tiene miedo de pasar inadvertido.

Lo notamos también en la sociedad, donde la competitividad es la norma que parece primar en las relaciones laborales, donde el «arribismo» nos lleva a juzgar y desprestigiar a los demás, donde las cosas se hacen para no ser menos que la vecina, el compañero de trabajo o la amiga. Se busca siempre estar arriba, sobresalir. Al grupo de los apóstoles le sucedió algo semejante, nada humano les era ajeno. Iban caminando con Jesús por la región de Galilea y mientras Él les iba enseñando el destino de padecimientos del Hijo del hombre, ellos iban discutiendo entre sí quién era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos» (Mc 9,35).

Jesús invierte los valores de entonces y de ahora. Y no es que Jesús condene el deseo de sobresalir, más bien lo propone por un camino diferente. Es decir, que Jesús sí quiere que seamos los primeros, pero los primeros por servir y por ayudar. No nos llama a la pereza o a la dejadez, no quiere que nos quedemos en la mediocridad o en lo oculto, quiere que destaquemos por el camino del bien, que es el camino del servicio. «Quien quiera ser el primero…». Es posible ser el primero, no está prohibido, no es pecado. Es más, con estas palabras Jesús nos invita a aspirar a ser los primeros, pero no poniéndonos de puntitas en la foto para opacar a los demás, no a través de la competencia desleal, no a expensas de los demás, sino a favor de ellos. El camino para subir a lo más alto es ir hacia abajo… vaya paradoja. Pero resulta. Pongamos un ejemplo.

La Madre Teresa de Calcuta fue una mujer entregada al servicio. Se dedicó durante más de 45 años estrictamente a atender a los pobres, enfermos, huérfanos, moribundos. De origen Albanés, su familia era de comerciantes acomodados, a los que renuncia por seguir el camino de la vida religiosa. «Si no se vive para los demás, decía, la vida carece de sentido». Y así lo hizo, se puso a servir y servir. «El que no vive para servir no sirve para vivir», era una de sus frases. Y siempre lo hizo desde el amor, porque «el amor, decía ella, debe costarnos», pues «si te duele es buena señal». Curaba leprosos, enseñaba a leer a niños de la calle, creó un hogar de moribundos… etc. Fue la última, la primera en servir. Ganó el Premio Nobel de la Paz en 1979 y a su muerte se le hizo un funeral de estado en la India. Por servir. La reina Sofía, el Primer Ministro Italiano Oscar Luigi, representantes de Francia e Inglaterra, la expresidenta Filipina, La Reina de Jordania, la Duquesa de Kent, el Presidente de Ghana, Hillary Clinton, el Presidente de la India, delegados del mismo Papa, medios de comunicación de todo el mundo y grandes empresarios estuvieron presentes en sus honras fúnebres. Por servir.

Y como ella, tantas y tantos servidores que son los que destacan en la vida ordinaria pero sin reflectores ni flashes. Madres y padres de familia entregados al servicio de sus familias con un Premio Nobel más importante, el de permanecer en nuestras vidas y corazones por siempre. No el dominio ni el autoritarismo que destruyen alcanzan esas metas, sino el servicio, la caridad, el amor. Es servir y no servirse lo que permanece. A eso nos llama Jesús el día de hoy.

Terminemos con una pregunta que pido respondas personalmente y desde la sinceridad. ¿Qué maestro o maestra de tu infancia recuerdas con alegría de corazón? ¿Qué personas recuerdas con gratitud en tu vida? ¿A qué persona es a la que más admiraste o has admirado? Estoy seguro que no son a los más soberbios, creídos, altaneros, autoritarios o impositivos, sino a aquellos que se partían en cuatro para servir, aquellos que lo hacían desde el cariño, aquellos que no buscaban ser los primeros poniéndose de puntitas en las fotos, sino que eran los últimos… pero los primeros en tu corazón.


X/Twitter: @Noesov

ÚLTIMASCOLUMNAS
domingo 22 de septiembre de 2024

Exsurge

Primeros y últimos

Noé Soto

domingo 15 de septiembre de 2024

Exsurge

Noé Soto

domingo 08 de septiembre de 2024

Exsurge

¡Effetá!

Noé Soto

domingo 01 de septiembre de 2024

Exsurge

Corazones amonedados

Noé Soto

domingo 25 de agosto de 2024

Exsurge

Noé Soto

domingo 18 de agosto de 2024

Exsurge

BeVida 

Noé Soto

domingo 11 de agosto de 2024

Exsurge

Peregrinos de Oración 

Noé Soto

domingo 04 de agosto de 2024

Exsurge

Noé Soto

domingo 28 de julio de 2024

Exsurge

¿BienEstar o BienSer? 

Noé Soto

domingo 21 de julio de 2024

Exsurge 

Elogio del reposo

Noé Soto

Cargar Más