Nos costó bastante encontrar una palabra que describiera todo lo que significaba este evento. “Cruzada” evocaba a las guerras medievales. Con “Campaña” corríamos el riesgo de comunicar algo político. “Brigada” era bastante adecuado pero sentíamos insuficiente. De pronto, platicando con un amigo que estaba haciendo eventos de este tipo en el Sur de México nos dijo: “el ministerio que Dios me encomendó se llama “Invasion of Hope”.
Invasión de Esperanza es el nombre que necesitábamos para darle identidad y estructura a un proyecto que tiene más de quince años de venirse gestando donde mediante brigadas médico-dentales; clínica de especialidades; capacitación en valores y prevención del suicidio; visitas a centros de reclusión y de rehabilitación, festival para niños; talleres para mujeres; etc.. que contempla los treinta y nueve municipios de nuestro Estado.
Apenas llevamos la segunda edición y ya hemos sido testigos de cómo Dios toca corazones, mueve voluntades y nos pone juntos en un mismo escenario: iglesia, gobierno y sociedad civil con un solo objetivo: llevar esperanza a los más vulnerables para desde ahí, proclamar la buena noticia de salvación a los cuatro vientos acompañando la misma con prodigios, señales y maravillas. Cuando Cristo es levantado a través de la iglesia, Su belleza lo hace absolutamente irresistible.
A pesar de que su etimología que evoca al agua, para la mayoría de los mexicanos, Durango es conocido como un estado seco, árido, así que nunca más oportunas las palabras del profeta Isaías para nuestro Estado, mismas que abrazamos con mi esposa desde el día que nos quedamos a vivir aquí: “Yo voy a hacer algo nuevo, y ya he empezado a hacerlo. Estoy abriendo un camino en el desierto y haré brotar ríos en la tierra seca” (Isaías 43.19 TLA).
leonardolombar@gmail.com