/ jueves 19 de septiembre de 2019

La extrema derecha a la S. de Bienestar Social

La senadora por Morena y las diputadas federales por el mismo partido, Olivia García, Patricia Ortega y Maribel Aguilera fueron “chamaqueadas” por el director de los superdelegados y hombre cercano al presidente Gabriel García, cuando hace unas semanas les aseguró que en diciembre Durango tendría una mujer como superdelegada.

Ni modo, del plato a la boca a veces se cae la sopa. Un exgobernador del estado, dijo que el deporte favorito de los duranguenses era el rumor. Esto nos queda como anillo al dedo, con el inminente nombramiento como superdelegado en la persona de Manuel Espino Barrientos que de acuerdo, al periodista Álvaro Delgado, es una de las figuras más representativas de la extrema derecha en México.

La mayoría de los analistas locales, opinan que Manuel Espino es el próximo gobernador del estado y que las elecciones sólo serán cuestión de trámite. Nada más les faltó agregar, que el día de la toma de posesión como superdelegado se le entregue su constancia de mayoría como gobernador electo.

En cambio, otros columnistas opinan que si Manuel Espino sueña con ser gobernador, si es pasión, que se le borre. El único que pudo enviar como superdelegado a Durango a Espino Barrientos, fue el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador. Decía Bora Milutinovic: “Mi respeto, pero no estar de acuerdo”.

Todos entendimos el pragmatismo político de AMLO, para ganar la Presidencia de la República al haber aceptado a todo mundo incluyendo a la izquierda electorera, priistas, cristianos, evangélicos, expanistas, de la extrema derecha como es el caso de Manuel Espino.

Pero eso es una cosa, y otra, endosar a los duranguenses a dicho personaje para pegarle una factura electoral. Parafraseando al clásico: ¿Y nosotros por qué? Con la pena, pero Andrés Manuel no es congruente al enviarnos como delegado al que todos dicen es el próximo candidato de Morena al Gobierno del Estado. En nuestra entidad dicho partido político no existe.

En 2022 los morenistas locales, ni haciendo una elección a “mano alzada” ganarán la gubernatura, aunque el candidato fuera Espino Barrientos. ¿Usted sabe cuántos votos le aportó a López Obrador? Nosotros tampoco. En cambio, sí sabemos que el personaje identificado con la extrema derecha, sin importar que haya nacido en Durango, no es el indicado para dirigir la política social del gobierno federal porque eso es poner la Iglesia en manos de Lutero o al “Chapo” Guzmán como el zar antidrogas.

Pero no todo termina con el nombramiento, hay mar de fondo político de quien nació en Durango, pero ha hecho toda su carrera política en el estado de Chihuahua y la CDMX. El examigo de Felipe Calderón, expresidente del PAN Nacional, autor de brillantes ensayos, fundador de varias organizaciones políticas entre otras cosas, es un inteligente y exitoso hombre de negocios, aquí en Durango tiene un lujoso restaurante y un hotel que todos sabemos lo ha hecho con sus ahorros, esfuerzo y sacrificio.

Es un político muy hábil, se acomoda con cualquier candidato sin importar el partido. Este nombramiento también tiene otra lectura: El grupo político del sexenio pasado sale fortalecido, en Espino Barrientos tendrán un gran amigo en la Secretaría de Bienestar Social y un posible candidato para el 2022. Y ya encarrerado el gato, este grupo buscaría tener otro candidato por el PRI con Esteban Villegas Villarreal y todo se lo deberán a López Obrador. Durango bien vale una misa.