/ martes 1 de agosto de 2023

La farsa de los partidos

El acuerdo del Consejo General del INE para regular y con ello avalar los “actos ilegales”, (calificados así por ser anticipados al calendario oficial de las precampañas), que realizan los partidos políticos aliados para elegir de manera disfrazada, a su respectivo candidato o candidata presidencial, evidenció una vez más que la partidocracia y AMLO están por encima de la ley y de las instituciones.

Por un lado, Morena y sus aliados el PT y PVEM, realizan actos proselitistas a lo largo y ancho del país, indudablemente que con tintes electorales, para elegir supuestamente a la “corcholata” que coordinará los comités que defenderán a la “Cuarta Transformación”.

La fachada de tal pantomima, no logra esconder el objetivo real, y todos lo saben, incluso los llamados “chairos”, que son los seguidores de López Obrador, que el hombre o la mujer que escoja el dueño de Morena, independientemente de la simulación de las encuestas, será quien abandere a la 4T en las elecciones del 2024.

Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard. Augusto López, Ricardo Monreal, Fernández Noroña y Manuel Velasco, aparecen en los cientos de espectaculares y bardas que se han instalado en todo el territorio nacional.

Un poco más mesurados, y hasta algo tardíos, los del frente opositor que integran PAN, PRI y PRD, realizan asambleas, de carácter proselitista y electoral, para “juntar 150 mil firmas” para cada uno de sus “aspirantes” a coordinar esta asociación de partidos.

Nadie les cree que sea con tales fines el recorrido que realizan por toda la república, más cuando el escenario se ha tornada favorecedor a su causa, con la aparición en la pasarela de Xóchitl Gálvez, quien adelanta en las encuestas a los otros competidores, como Santiago Creel, Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes, Miguel Mancera y Silvano Aureoles.

Las dos alianzas partidistas y sus respectivos “actores”, a todas luces, “no lo digo yo”, quebrantan la norma electoral, que establece hasta la tercera semana de noviembre próximo, para que comiencen las precampañas internas, con el propósito de elegir a sus candidatos o candidatas. Con tal escenario, la Ley es letra muerta.

Y le abona a ese marco de ilegalidad, el Presidente de la República, que en su calidad de propietario de Morena y la 4T, en sus mañaneras beneficia a sus “corcholatas” con los resultados de encuestas que les favorecen, y ataca a los opositores, y de manera concreta a Xóchitl Gálvez.

El INE se erige como garante de la legalidad al emitir lineamientos para que los partidos políticos ya no desacaten la Ley, e incluso les impone la cantidad de 34.3 millones de pesos como gasto tope en las actividades anticipadas. Mejor hubiera dado crédito a las dos consejeras que proponían detener “la comedia”.

La autoridad electoral les da la oportunidad a los partidos políticos de modificar su propaganda, para que no tengan que justificar el gasto millonario generado por espectaculares y bardas. Si en 5 días no los retiran, les advierte, se los cuantificará como egresos de pre campaña, y tendrán que informar del comprador, monto y origen de los recursos.

La simulación continuará al darles permiso para que en la publicidad que socialicen, no contenga elementos de carácter electoral, deberá aparecer el partido, la calidad de la persona y la denominación del proceso.

El INE realizará un monitoreo con el fin de fiscalizar los gastos, y en caso de que se detecten violaciones a las disposiciones que emitió, se sancionará con la inhabilitación para ser candidato o candidata. ¿Usted le cree? ¿Yo tampoco?

El acuerdo del Consejo General del INE para regular y con ello avalar los “actos ilegales”, (calificados así por ser anticipados al calendario oficial de las precampañas), que realizan los partidos políticos aliados para elegir de manera disfrazada, a su respectivo candidato o candidata presidencial, evidenció una vez más que la partidocracia y AMLO están por encima de la ley y de las instituciones.

Por un lado, Morena y sus aliados el PT y PVEM, realizan actos proselitistas a lo largo y ancho del país, indudablemente que con tintes electorales, para elegir supuestamente a la “corcholata” que coordinará los comités que defenderán a la “Cuarta Transformación”.

La fachada de tal pantomima, no logra esconder el objetivo real, y todos lo saben, incluso los llamados “chairos”, que son los seguidores de López Obrador, que el hombre o la mujer que escoja el dueño de Morena, independientemente de la simulación de las encuestas, será quien abandere a la 4T en las elecciones del 2024.

Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard. Augusto López, Ricardo Monreal, Fernández Noroña y Manuel Velasco, aparecen en los cientos de espectaculares y bardas que se han instalado en todo el territorio nacional.

Un poco más mesurados, y hasta algo tardíos, los del frente opositor que integran PAN, PRI y PRD, realizan asambleas, de carácter proselitista y electoral, para “juntar 150 mil firmas” para cada uno de sus “aspirantes” a coordinar esta asociación de partidos.

Nadie les cree que sea con tales fines el recorrido que realizan por toda la república, más cuando el escenario se ha tornada favorecedor a su causa, con la aparición en la pasarela de Xóchitl Gálvez, quien adelanta en las encuestas a los otros competidores, como Santiago Creel, Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes, Miguel Mancera y Silvano Aureoles.

Las dos alianzas partidistas y sus respectivos “actores”, a todas luces, “no lo digo yo”, quebrantan la norma electoral, que establece hasta la tercera semana de noviembre próximo, para que comiencen las precampañas internas, con el propósito de elegir a sus candidatos o candidatas. Con tal escenario, la Ley es letra muerta.

Y le abona a ese marco de ilegalidad, el Presidente de la República, que en su calidad de propietario de Morena y la 4T, en sus mañaneras beneficia a sus “corcholatas” con los resultados de encuestas que les favorecen, y ataca a los opositores, y de manera concreta a Xóchitl Gálvez.

El INE se erige como garante de la legalidad al emitir lineamientos para que los partidos políticos ya no desacaten la Ley, e incluso les impone la cantidad de 34.3 millones de pesos como gasto tope en las actividades anticipadas. Mejor hubiera dado crédito a las dos consejeras que proponían detener “la comedia”.

La autoridad electoral les da la oportunidad a los partidos políticos de modificar su propaganda, para que no tengan que justificar el gasto millonario generado por espectaculares y bardas. Si en 5 días no los retiran, les advierte, se los cuantificará como egresos de pre campaña, y tendrán que informar del comprador, monto y origen de los recursos.

La simulación continuará al darles permiso para que en la publicidad que socialicen, no contenga elementos de carácter electoral, deberá aparecer el partido, la calidad de la persona y la denominación del proceso.

El INE realizará un monitoreo con el fin de fiscalizar los gastos, y en caso de que se detecten violaciones a las disposiciones que emitió, se sancionará con la inhabilitación para ser candidato o candidata. ¿Usted le cree? ¿Yo tampoco?