Del 68 a la 4a T, vista en primera persona: (Parte 12 de 30)
Emergencia y crecimiento de la izquierda.
Por su parte, otros referentes privilegiaron la vía democrática y de masas por medio de la consolidación de organismos político partidarios. Así, mientras que algunos de éstos ya existían, mientras que otros fueron de nueva creación. En este nuevo paradigma posesentaiochero, el viejo Partido Comunista Mexicano (PCM) se vio cualitativa y cuantitativamente fortalecido con el arribo a sus filas de nuevos militantes.
Durante el Movimiento Estudiantil de 1968 el PCM era el referente político-partidario más antiguo de todos los partidos políticos en México puesto que había sido fundado desde el año de 1919. No obstante esto, así como el hecho de mantener una significativa presencia en sectores obreros, campesinos, estudiantiles, magisteriales e intelectuales carecía de registro legal.
Igualmente, se trataba de un agrupamiento que siempre había contado con diversos órganos de difusión y reflexión teórica como indistintamente lo fueron El Machete, La Voz de México, Oposición, Historia y Sociedad, etcétera. Pero demasiado lejos de que el régimen priista lo reconociera, hasta antes de 1979 el PCM había sido el referente político partidario más acosado por el régimen y al que por lo general siempre se le hacía responsable de cuanta acción antisistémica se producía en el México de aquella época.
Simultáneamente al crecimiento cuantitativo y cualitativo del PCM, el partido más grande e importante de la izquierda mexicana, también aparecieron otras expresiones político- partidarias de izquierda de tendencia leninista, trotskista, espartaquista, pro China, maoísta, nacionalista revolucionaría, etcétera, que por diversas razones se negaron a sumarse al PCM optando por la fundación de nuevos referentes político-partidarios. En esta dirección, a principios de los años 70 se conformaron entre muchos otros el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), encabezado por el ingeniero Heberto Castillo, Demetrio Vallejo y algunos exdirigentes estudiantiles del Movimiento Estudiantil de 1968 que habían pertenecido al Consejo Nacional de Huelga como Eduardo Valle Espinosa, Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca, Salvador Ruiz Villegas, José Tayde Aburto, Romeo González Medrano, el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) liderado por Rafael Aguilar Talamantes, etcétera.
Asimismo, conformado por un significativo núcleo de universitarios de la UNAM también apareció el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) de tendencia trotskista luego de la fusión de por lo menos tres agrupamientos de esa misma línea ideológica, tales como fueron la Liga Obrera Marxista (LOM), la Liga Comunista Internacionalista (LCI) y la Liga Socialista (LS).
Otros agrupamientos que entonces se formaron fueron el Partido Socialista Revolucionario (PSR) conformado por antiguos militantes del PCM; el Partido del Pueblo Mexicano (PPM) producto de una escisión que se había generado en el ya desaparecido Partido Popular Socialista, que a mediados del siglo pasado había fundado Vicente Lombardo Toledano. Igualmente aparecieron el Movimiento de Acción y Unidad Socialista (MAUS), el Movimiento de Acción Popular (MAP), la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), la Organización Revolucionaria Punto Crítico (ORPC), la Organización de Izquierda Revolucionaria-Línea de Masas (OIR-LM), etcétera.
Por otra parte, a finales de 1981, pocos meses antes de que tuviese lugar la sucesión presidencial de 1982 cinco de las organizaciones que ya hemos citado (PCM, PPM; PSR, MAUS y MAP) conformaron el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), aunque poco tiempo después de haberse conformado formalmente aquella organización, tanto el PPM, como el PSR, liderados respectivamente por el Alejandro Gascón Mercado y Roberto Jaramillo Flores, abandonaron definitivamente este proyecto organizativo.
Seis años después de la que fue la primera fusión otras organizaciones partidarias de izquierda también se unieron y conformaron el Partido Mexicano Socialista (PMS). Las organizaciones fusionantes fueron por lo menos seis: PSUM, PMT, la Unidad de Izquierda Comunista (UIC), Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), Partido Patriótico Revolucionario (PPR), la Corriente Socialista (CS), así como un pequeño núcleo de militantes que poco antes se habían escindido del Partido Socialista de los Trabajadores dentro de los cuales se encontraban, entre algunos otros, Jesús Ortega Martínez, Carlos Navarrete, Graco Ramírez Abreu, quienes años más tarde crearon la corriente Nueva Izquierda, mejor conocida como Los Chuchos.
Finalmente, durante el mes de mayo de 1989 tuvo lugar la tercera y última de las fusiones político partidarias de la izquierda mexicana, cuando la Corriente Democrática del PRI encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, se unificó con el Partido Mexicano Socialista (PMS) para darle vida al Partido de la Revolución Democrática (PRD), un agrupamiento de centro izquierda en el que habrían de coincidir por lo menos dos grandes vertientes políticas e ideológicas tal y como fueron en ese momento el nacionalismo revolucionario proveniente del PRI y el socialismo del PMS.
Asimismo, a dicha fusión, también se sumarían otras pequeñas organizaciones de la izquierda socialista. Estos fueron los casos de la Organización Revolucionaria Punto Crítico en la que militaban una serie de cuadros políticos quienes desde principios de 1972 se habían aglutinado en torno de la revista del mismo nombre, encabezados por Raúl Álvarez Garín y Félix Lucio Hernández Gamundi, reconocidos ex dirigentes del Movimiento Estudiantil de 1968.
Igualmente, a la nueva organización política de centro-izquierda se sumaron la ACNR en la cual participaban ex miembros del grupo guerrillero que a finales de los años 60 había fundado y dirigido hasta su muerte Genaro Vázquez Rojas. También se sumaron la OIR-LM, agrupamiento de tendencia maoísta, conformada formalmente en febrero de 1982 por un conjunto de organizaciones como el Frente Popular Tierra y Libertad de Monterrey, el Comité de Defensa Popular de Durango, el Movimiento Obrero Campesino Estudiantil Revolucionario de Zacatecas, y la Organización Ho Chi Min que actuaba en la capital mexicana.
Otro de los agrupamientos que se anexaron al PRD fue el Movimiento al Socialismo (MAS), dentro del cual participaban académicos y estudiantes de la UNAM como Adolfo Gilly, Imanol Ordorika, Carlos Imaz, Antonio Santos, quienes entonces tenían una significativa presencia en el Consejo Académico Universitario (CAU) y el Consejo Estudiantil Universitario (CEU). Este último, principal promotor y organizador de la movilización estudiantil de 1986-1987 en contra de una serie de reformas de tinte neoliberal que el gobierno mexicano trató de implantar en esta casa de estudios a través de la Rectoría y el Consejo Universitario de la misma.
Como podrá observarse, durante los primeros tiempos de existencia del PRD participaban en su seno una amplia gama de tendencias políticas e ideológicas que siempre hicieron imposible mantener por largo tiempo una sólida unidad. En efecto, había ex priistas, comunistas, maoístas, leninistas, trotskistas, castro-guevarista, ex guerrilleros, etcétera, así como una gran diversidad de participantes en los diferentes movimientos sociales que había habido en México desde por lo menos finales de los años 50 hasta el año de fundación del PRD y dentro de los que se inscriben el Ferrocarrilero de 1958-1959, el de los profesores del MRM encabezado por Othón Salazar, el Movimiento de Liberación Nacional de principios de los años sesenta, el Movimiento Médico de 1964-1965, el Movimiento Estudiantil de 1968, las acciones guerrilleras de Genaro Vázquez Rojas, Lucio Cabañas de finales de los sesenta y la emergencia guerrillera de los setenta, el Movimiento Urbano Popular, las acciones de la CNPA, el movimiento de los trabajadores electricistas del SUTERM, las acciones del sindicalismo universitario y del Consejo Estudiantil Universitario y de otros referentes.
Profesor e investigador de carrera en la UNAM. Email: elpozoleunam@hotmail.com