/ martes 5 de septiembre de 2023

Los liderazgos parlamentarios

La LXIX Legislatura ha destacado por ser una de las más productivas, gracias a la voluntad política para generar acuerdos y consensos entre los diputados que representan a los diferentes partidos, que, sin menoscabo del derecho a debatir para encontrar coincidencias en la diversidad de posturas, han aprobado en la mayoría de los casos por unanimidad, ordenamientos jurídicos que resultan fundamentales para que Durango apuntale la construcción del crecimiento.

¿Qué fue lo que sucedió en esta ocasión para que los legisladores, que en el pasado han demostrado que sus intereses políticos-electorales y de partido, están por encima de lo que demandan los ciudadanos, se olvidaran de colores partidistas y aspiraciones personales, y privilegiaran a Durango y las familias vulnerables, para sacar adelante Iniciativas de Ley “archivadas”?

Según sus mismos posicionamientos en tribuna, así como opiniones de comentaristas de radio pasillo y politólogos, lo primero fue la visión y voluntad del jefe político para que Durango y sus familias, sean el objetivo coincidente de las políticas públicas, y de los servidores que se encargan de aplicarlas.

Y en ese contexto, mucho tiene que ver la capacidad, profesionalismo y el liderazgo parlamentario, para lograr sintonizar la agenda legislativa elaborada por los diputados de diferentes ideologías, con los propósitos, proyectos e intenciones del plan sexenal de desarrollo.

En el segundo año de ejercicio legal de la actual legislatura, resultó una sorpresa, el desempeño de Alejandro Mojica Narváez, al frente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política: Mantuvo la unidad y buena relación con el grupo panista, y hubo de realizar “malabarismo político” para obtener acuerdos, mediante el diálogo, la conciliación y el consenso, entre los representantes del PRI, Morena, PVEM, PT y PRD, para actualizar preceptos jurídicos, a las actuales condiciones.

A diferencia de la actuación “valemadrista” y decepcionante de su compañero de bancada, Joel Corral, la de Mojica Narváez, quedó respaldada por la aprobación unánime, de leyes como las de obra pública y de movilidad y seguridad vial, además de las reformas electoral y de transportes, entre otras. Claro que hubo debates ríspidos y agresivos en tribuna, pero al final se impuso el fin común: Durango.

El joven blanquiazul impulsó el Parlamento Abierto, al efectuar consultas ciudadanas para enriquecer las iniciativas en temas controversiales, como fue la Ley de Inclusión de Personas con Discapacidad, de Salud Mental, y las de jefas de familia, la de “3 de 3”.

En la perspectiva legislativa, al iniciar el último año de ejercicio legal, la morenista Sandra Amaya Rosales toma la estafeta y arriba al liderazgo del Congreso, precedida de experiencia en las lides parlamentarias, al haber ocupado en dos ocasiones el cargo, donde demostró que sabe dialogar y consensuar los acuerdos.

Y aunque al interior de la bancada de la 4T, se ha manifestado la postura rebelde de Cristian Jean, por resabios de molestia cuando fue removido de la titularidad de la Jucopo, Sandra Amaya anunció que agotará las acciones de diálogo y conciliación para que no se afecte el trabajo de los “iniciadores de leyes”.

Tocará a la representante de Morena, encabezar el análisis, discusión y aprobación en su caso, de las Cuentas Públicas 2022, así como los paquetes financieros de estado y municipios 2024.

Requerirá de toda su habilidad y capacidad para encausar al visto bueno, los puntos concordantes.

Resultó una sorpresa, el desempeño de Alejandro Mojica Narváez, al frente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política.

Sandra Amaya arriba al liderazgo del Congreso, precedida de experiencia en las lides parlamentarias, al haber ocupado en dos ocasiones el cargo.