/ martes 15 de octubre de 2024

Nuevo escenario político en Canadá

En medio de condiciones internacionales complicadas que propiciaron un aumento inflacionario inflación y, con ello, el aumento en la polarización política de casi todos los actores internacionales, el actual gobierno de Canadá enfrenta uno de los mayores desafíos domésticos. Justin Trudeau, quien ha sido Primer Ministro desde 2015, se ha visto implicado en un tumulto parlamentario durante las últimas semanas a causa de la desaceleración económica que ha agravado el costo de vida de los ciudadanos. Esto ha escalado a tal nivel que desde el 25 de septiembre el Jefe de Gobierno ha enfrentado dos mociones de censura en menos de una semana. Si bien éste ha logrado apenas sobrevivir estas acciones legislativas, se prevé que el bloque conservador siga empujando en los próximos meses para anticipar las elecciones federales. Se complica la situación para el Partido Liberal.

Por un parte, es importante contextualizar la jornada enrevesada que atraviesa el Primer Ministro Justin Trudeau, una que evidentemente ha lastimado su popularidad.

Aunque décadas atrás Canadá gozó de un crecimiento económico que se equiparaba con el de Estados Unidos, en los últimos 10 años su PIB per cápita ha registrado pérdidas significativas. De acuerdo con medios internacionales, en 2023 el índice mencionado disminuyó un 2% respecto al año anterior. Tal situación se debe a la ralentización productiva por los largos procesos burocráticos para el sector privado. Mismos que han desincentivado incluso la inversión extranjera a tal grado que se estima una pérdida de ella de más de $225 mil millones de dólares desde 2016. Por lo que, aunque el país cuenta con una amplia oferta de trabajo, su economía no ha logrado crecer proporcionalmente, factor cuya responsabilidad se adjudica a la gestión gubernamental del Partido Liberal.

Por otra parte, el estancamiento de la productividad obedece también a la falta de innovación ya que el país registra un gasto bajo en tecnología e investigación. Según cifras del Banco Mundial, Canadá invierte aproximadamente sólo 1.5% de su PIB en este sector haciendo que su economía se adentre a un proceso de desindustrialización ante las mencionadas regulaciones del Estado, la mayoría de las veces necesarias a decir verdad.

Por lo que existe una preferencia hacia industrias tradicionales como la minería, la manufactura, así como producción y refinación de petróleo. Ello al mismo tiempo ha producido que se exacerbe una fuga de cerebros complicando todavía más el avance de la economía.

Como consecuencia, varios problemas se han desencadenado para aquellos que permanecen en Canadá. Ante la falta de productividad, el aumento del gasto público y, con ello, la inflación, los residentes permanentes han enfrentado mayores costos de vida, al igual que precios de vivienda inaccesibles. Si bien el Primer Ministro Justin Trudeau se a mantenido a salvo de ser removido, la coalición de éste no se encuentra sólida cómo antes. El Jefe de Gobierno ha gobernado desde la minoría desde hace 9 años aliándose con el Bloque Quebequés y el Nuevo Partido Democrático (NDP, por sus siglas en inglés), quienes le han dado oportunidad de librar las elecciones anticipadas. Mismas que, hasta ahora, según declaraciones del Partido Liberal no serían adecuadas para los ciudadanos al necesitar una esfera gubernamental fuerte.

No obstante, las encuestas indican lo contrario, entre ellas la de CBC que pone al opositor de derecha Pierre Poilievre con una preferencia del 42.8% mientras el actual mandatario sólo alcanza el 22.8%. No se prevé que éste último se recupere de manera significativa si su coalición continúa en declive. Es necesario señalar que a principios de septiembre el NDP renunció a ésta dada la ampliación de la brecha de intereses partidistas. Movimiento que golpeo aún más el ya incierto futuro del Partido Liberal.

Incluso el Bloque Quebequés declaró que si el Jefe de Gobierno y su ala no atendían a sus demandas respecto a la preservación de programas sociales, también se saldrían de la alianza parlamentaria. Si bien estos dos partidos difieren en gran medida con el Partido Conservador, y por eso votaron en contra en las mociones de censura impuestas a Trudeau, no es probable que para las elecciones federales de 2025 compartan una fórmula. Se fortalece la derecha.

Sin embargo, no se prevé que a Pierre Poilievre y su partido les alcance el capital político para convocar elecciones anticipadas. Se espera que la coalición de izquierda siga salvando al Primer Ministro Justin Trudeau de ser removido antes del próximo octubre gracias a las negociaciones que todavía pueden concretarse entre los tres partidos. Por lo que será clave para el Jefe de Gobierno llegar a un acuerdo sólido que procure aliviar la crisis de los ciudadanos si quiere continuar en el cargo.

Mientras tanto, el conservador Pierre Poilievre seguirá haciendo campaña para convertirse en el nuevo Primer Ministro. Esto apoyándose en las preferencias que, hasta ahora, le favorecen y haciendo alusión al aumento de la incidencia delictiva en la última década, así como a los altos flujos migratorios. Por ahora, queda ver cómo Justin Trudeau sigue haciendo frente a las próximas mociones de censura, por lo menos en lo que queda del año. Es probable que el péndulo político de Canadá pronto se incline a la derecha.

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