El servicio público es muy apasionante, cuando éste se ejerce con la verdadera oportunidad de ser contribuyente al bien común.
La responsabilidad y los resultados serán mayúsculos, cuando se realizan por vocación no por ocasión. En la acelerada circunstancia del cambio del poder ejecutivo federal, como del Congreso de La Union, así como del Congreso de Durango, más de tres funcionarios de primer nivel, se les cuecen las habas, con resultados pírricos, pagan encuestas y contratan medios para hacerlos aparecer en primeros lugares en encuestas de dudosa capacidad técnica e imparcialidad, obvio, en ese oportunismo de la paridad de género.
La vox populi solicita al gobernador Esteban Villegas, como al alcalde José Antonio Ochoa, el relevo necesario. Para estas fechas las dependencias están enviando lo necesario para integrar lo que será el primer informe, difícil situación, porque sólo podrán aportar firmas de convenios (la mayor de ellos ratificación de los mismos) imágenes de eventos de lo más variado, desde desayunos con grupos afines hasta plagios al gobernador.
En razón de procuración de ingresos a las arcas públicas, por cobro de derechos o impuestos, serán de saldos a la baja, en algunas ocasiones incluso con efectos negativos a la gobernabilidad.
Durango no se puede dar el lujo de ser horno para bollos, los tiempos no son nada fáciles, los ansiosos y ajonjolí de todas las elecciones, que dejen el puesto para aquellos que dan resultados por, repito, son funcionarios de vocación no de ocasión.
Cápsulas de sosa: La recientes modificaciones a la hoy llamada Ley de Minas, a la de Aguas Nacionales, a la Ley General del Equilibrio Ecologico y Protección al Ambiente, todas ellas del orden federal, han despertado la necesidad de “echarse un clavado” de manera que puedan generar ingresos a las finanzas de los estados.
El 8 de julio, fecha en la que se celebra la fundación de Durango, es propicia para recordar que existe una hermosa hermandad con Durango Colorado y Durango Bizkaia.