/ viernes 28 de junio de 2024

Por fin: la primera presidenta de izquierda

En una ocasión, siendo presidente de México Adolfo López Mateos, dijo: “a mi izquierda y a mi derecha está el abismo, yo soy de extrema izquierda dentro de la constitución”. Claro que López Mateos, fue muchas cosas, menos un presidente de izquierda. En un tiempo, el PRI se declaró de centroizquierda y aprovechando el viaje, el PAN se autodefine de centroderecha. Andrés Manuel López Obrador, por muchos es considerado un presidente de izquierda, en cambio otros, no lo ven así, lo ubican más bien, como un político inspirado en la Social Democracia Cristiana Alemana.

Quienes piensan así, no les faltan argumentos para opinar de esa manera, de ahí una de sus frases más famosas: primero los pobres. En más de una ocasión, le han preguntado a López Obrador: “¿Está usted en contra de que haya ricos en México?”. Contesto; “por supuesto que no, estoy de acuerdo que haya ricos, pero tampoco que haya pobres”. En estas frases, no se encuentran indicios de que AMLO sea un político de izquierda. Hasta donde sabemos, nunca le hemos escuchado citar frases del “Che” Guevara o de algún ideólogo de la izquierda latinoamericana . Un personaje que viene del PRI como AMLO, no podría decir, parafraseando a López Mateos; soy de la extrema izquierda del partido que fundó Plutarco Elías Calles.

“Soy hija del 68”: Claudia Sheinbaum Pardo. Así se define la virtual presidenta de México. Es conocido que sus padres influyeron en las ideas de Claudia, ella creció en un ambiente familiar, donde escuchó a sus padres que participaron en el movimiento del 68, la historia de la represión del gobierno de Díaz Ordaz el 2 de octubre en la plaza de Tlatelolco. No conocemos a ninguna política o político que viniendo de las luchas estudiantiles universitarias, haya llegando tan lejos como Sheinbaum Pardo. Ser de izquierda en este país, se paga un precio muy caro, tal vez por eso, las y los jóvenes para no complicarse la vida han escogido para ejercer la noble profesión de la política, en las filas del PRI o del PAN.

Claudia nunca renunció a sus ideas políticas, a su carácter y formación que vivió en los años ochenta participando en luchas universitarias, desde el consejo estudiantil universitario. Claudia es un ejemplo, de que no se requiere pasar por el PRI o por el PAN, para llegar a la presidencia de la República. Todo es cuestión de principios, inteligencia, preparación y capacidad. No tendría nada de raro, que desde hace muchos años López Obrador le viera madera política a Claudia. Ella lo acompañó desde hace más de 20 años en sus luchas sociales y en la búsqueda de la presidencia de México, es muy probable que AMLO, haya sido el arquitecto para llevarla a Palacio Nacional.

Hasta hoy, se puede entender, porque Andrés Manuel la hizo candidata a la presidencia de la República. Hoy se puede ver también, que AMLO, no pensó en nadie más para sucederlo. López Obrador sabe que solo ella , garantiza la transformación para cambiar este país. No cabe ninguna duda: Claudia Sheinbaum, no solo se convierte después de 200 años de presidencialismo mexicano, en la primera mujer presidenta de México, es también, la primera presidenta de izquierda.

En una ocasión, siendo presidente de México Adolfo López Mateos, dijo: “a mi izquierda y a mi derecha está el abismo, yo soy de extrema izquierda dentro de la constitución”. Claro que López Mateos, fue muchas cosas, menos un presidente de izquierda. En un tiempo, el PRI se declaró de centroizquierda y aprovechando el viaje, el PAN se autodefine de centroderecha. Andrés Manuel López Obrador, por muchos es considerado un presidente de izquierda, en cambio otros, no lo ven así, lo ubican más bien, como un político inspirado en la Social Democracia Cristiana Alemana.

Quienes piensan así, no les faltan argumentos para opinar de esa manera, de ahí una de sus frases más famosas: primero los pobres. En más de una ocasión, le han preguntado a López Obrador: “¿Está usted en contra de que haya ricos en México?”. Contesto; “por supuesto que no, estoy de acuerdo que haya ricos, pero tampoco que haya pobres”. En estas frases, no se encuentran indicios de que AMLO sea un político de izquierda. Hasta donde sabemos, nunca le hemos escuchado citar frases del “Che” Guevara o de algún ideólogo de la izquierda latinoamericana . Un personaje que viene del PRI como AMLO, no podría decir, parafraseando a López Mateos; soy de la extrema izquierda del partido que fundó Plutarco Elías Calles.

“Soy hija del 68”: Claudia Sheinbaum Pardo. Así se define la virtual presidenta de México. Es conocido que sus padres influyeron en las ideas de Claudia, ella creció en un ambiente familiar, donde escuchó a sus padres que participaron en el movimiento del 68, la historia de la represión del gobierno de Díaz Ordaz el 2 de octubre en la plaza de Tlatelolco. No conocemos a ninguna política o político que viniendo de las luchas estudiantiles universitarias, haya llegando tan lejos como Sheinbaum Pardo. Ser de izquierda en este país, se paga un precio muy caro, tal vez por eso, las y los jóvenes para no complicarse la vida han escogido para ejercer la noble profesión de la política, en las filas del PRI o del PAN.

Claudia nunca renunció a sus ideas políticas, a su carácter y formación que vivió en los años ochenta participando en luchas universitarias, desde el consejo estudiantil universitario. Claudia es un ejemplo, de que no se requiere pasar por el PRI o por el PAN, para llegar a la presidencia de la República. Todo es cuestión de principios, inteligencia, preparación y capacidad. No tendría nada de raro, que desde hace muchos años López Obrador le viera madera política a Claudia. Ella lo acompañó desde hace más de 20 años en sus luchas sociales y en la búsqueda de la presidencia de México, es muy probable que AMLO, haya sido el arquitecto para llevarla a Palacio Nacional.

Hasta hoy, se puede entender, porque Andrés Manuel la hizo candidata a la presidencia de la República. Hoy se puede ver también, que AMLO, no pensó en nadie más para sucederlo. López Obrador sabe que solo ella , garantiza la transformación para cambiar este país. No cabe ninguna duda: Claudia Sheinbaum, no solo se convierte después de 200 años de presidencialismo mexicano, en la primera mujer presidenta de México, es también, la primera presidenta de izquierda.