/ miércoles 12 de junio de 2024

¿Quién fue John Wayne para Durango?

El pasado 11 de junio, se conmemoró el cuadragésimo quinto aniversario luctuoso del afamado actor del género western John Wayne; lamentablemente la fecha pasó inadvertida para los durangueños. El nombre de pila de Wayne, fue Marion Michael Morrison, nacido en Winterset, Iowa. Cuando llegó a filmar a Durango en 1965, ya era un actor afianzado en la industria cinematográfica norteamericana, y a decir de él, desarrolló una gran predilección por México y en particular por Durango. Wayne le confió a un reconocido periodista durangueño, que años atrás, había ido a cazar venados a la sierra de Sonora, en compañía del expresidente Miguel Alemán, quien era uno de sus mejores amigos en México. El Duke, como le apodaban al veterano actor del western, recordó que su primera película en territorio mexicano fue en 1950 con “Hondo” después “Flanders of Guns” con Glenn Ford y con el tiempo filmó algunas más; particularmente en Durango estelarizó “Los Hijos de Katie Elder”, “Los Invencibles”, “The War Wagon”, “Chissum”, “El Secuestro del Millón de Dólares”, “El Robo del Tren” y “De su Propia Sangre”.

Wayne se involucró en el cine western porque consideró este género como una mezcla de pasiones y sentimientos que iban desde el amor al odio, dando como resultado una fuerza asombrosa de simplicidad, sencillez, y fusión que representa la más pura expresión del hombre a caballo, del vaquero y del explorador; la razón fundamental fue que a él, siempre le agradó hacer cintas sobre el lejano oeste, para poder transmitir el folclore norteamericano al resto del mundo, porque de esa manera los pueblos podrían entender la mentalidad del norteamericano. Wayne declaró en Durango, que él consideraba que al fusionarse las escenas violentas y románticas, daban como resultado una verdadera obra de arte, y él era primordialmente un artista.

Durante su fecunda carrera profesional y personal, Wayne se caracterizó por sus altos valores éticos y morales, inculcando dichas virtudes a sus hijos. En una entrevista, el 31 de julio de 1966, en la sección “En Hollywood se rumorea” el Duke expresó su sentir al respecto, justo cuando sus técnicos de la Batjac Company preparaban el set de Chupaderos en tierras durangueñas para filmar “La Carreta Guerrera”:

"Siempre le he dicho a mis chicos: Recuerden que estoy al lado de ustedes. Cuéntenme sus problemas, pero -¡No importa lo que hayan hecho! -¡No me digan mentiras… porque si me mienten, tendrán que arreglarselas como puedan.! Creo que entre mis hijos no hay ningún mentiroso y los mayores odian la mentira tanto como yo. Hasta ahora, los muchachos se han portado bien, aunque hay que añadir que han tenido madres muy buenas”.

John Wayne interpretó de manera impecable su rol de padre de familia y no pocos cinéfilos durangueños tuvieron la oportunidad de verlo en acción, toda vez que era habitual que Wayne apareciera en público acompañado de su familia por las calles de Durango, en particular en los eventos de beneficencias y filantropía. El martes 11 de junio de 1979, el actor John Wayne, considerado uno de los personajes más emblemáticos de los Estados Unidos de Norteamérica, murió en el Centro Médico Universitario de Los Ángeles, California a los 72 años de edad, víctima de un cáncer generalizado. Falleció rodeado de sus siete hijos y su funeral fue celebrado en la intimidad.

Este recuento biográfico forma parte de un libro inédito de mi autoría, que próximamente se editará en Durango, con el fin de conocer a John Wayne en su faceta personal y profesional, por otra parte, desentrañar sus aportes a la Tierra del Cine.

El pasado 11 de junio, se conmemoró el cuadragésimo quinto aniversario luctuoso del afamado actor del género western John Wayne; lamentablemente la fecha pasó inadvertida para los durangueños. El nombre de pila de Wayne, fue Marion Michael Morrison, nacido en Winterset, Iowa. Cuando llegó a filmar a Durango en 1965, ya era un actor afianzado en la industria cinematográfica norteamericana, y a decir de él, desarrolló una gran predilección por México y en particular por Durango. Wayne le confió a un reconocido periodista durangueño, que años atrás, había ido a cazar venados a la sierra de Sonora, en compañía del expresidente Miguel Alemán, quien era uno de sus mejores amigos en México. El Duke, como le apodaban al veterano actor del western, recordó que su primera película en territorio mexicano fue en 1950 con “Hondo” después “Flanders of Guns” con Glenn Ford y con el tiempo filmó algunas más; particularmente en Durango estelarizó “Los Hijos de Katie Elder”, “Los Invencibles”, “The War Wagon”, “Chissum”, “El Secuestro del Millón de Dólares”, “El Robo del Tren” y “De su Propia Sangre”.

Wayne se involucró en el cine western porque consideró este género como una mezcla de pasiones y sentimientos que iban desde el amor al odio, dando como resultado una fuerza asombrosa de simplicidad, sencillez, y fusión que representa la más pura expresión del hombre a caballo, del vaquero y del explorador; la razón fundamental fue que a él, siempre le agradó hacer cintas sobre el lejano oeste, para poder transmitir el folclore norteamericano al resto del mundo, porque de esa manera los pueblos podrían entender la mentalidad del norteamericano. Wayne declaró en Durango, que él consideraba que al fusionarse las escenas violentas y románticas, daban como resultado una verdadera obra de arte, y él era primordialmente un artista.

Durante su fecunda carrera profesional y personal, Wayne se caracterizó por sus altos valores éticos y morales, inculcando dichas virtudes a sus hijos. En una entrevista, el 31 de julio de 1966, en la sección “En Hollywood se rumorea” el Duke expresó su sentir al respecto, justo cuando sus técnicos de la Batjac Company preparaban el set de Chupaderos en tierras durangueñas para filmar “La Carreta Guerrera”:

"Siempre le he dicho a mis chicos: Recuerden que estoy al lado de ustedes. Cuéntenme sus problemas, pero -¡No importa lo que hayan hecho! -¡No me digan mentiras… porque si me mienten, tendrán que arreglarselas como puedan.! Creo que entre mis hijos no hay ningún mentiroso y los mayores odian la mentira tanto como yo. Hasta ahora, los muchachos se han portado bien, aunque hay que añadir que han tenido madres muy buenas”.

John Wayne interpretó de manera impecable su rol de padre de familia y no pocos cinéfilos durangueños tuvieron la oportunidad de verlo en acción, toda vez que era habitual que Wayne apareciera en público acompañado de su familia por las calles de Durango, en particular en los eventos de beneficencias y filantropía. El martes 11 de junio de 1979, el actor John Wayne, considerado uno de los personajes más emblemáticos de los Estados Unidos de Norteamérica, murió en el Centro Médico Universitario de Los Ángeles, California a los 72 años de edad, víctima de un cáncer generalizado. Falleció rodeado de sus siete hijos y su funeral fue celebrado en la intimidad.

Este recuento biográfico forma parte de un libro inédito de mi autoría, que próximamente se editará en Durango, con el fin de conocer a John Wayne en su faceta personal y profesional, por otra parte, desentrañar sus aportes a la Tierra del Cine.