Aumentan las inversiones del exterior, incluso las nacionales, el peso se mantuvo estable y la inflación, no aumentaron los impuestos y se ha cumplido con las políticas del gobierno, con una claridad de miras reflejada en el presupuesto nacional ajustado a la realidad, fueron recibidos con entusiasmo por los dirigentes de ese importante sector, los cientos de proyectos para la creación de infraestructuras en todo el país.
Y en ese contexto en valoraciones internacionales fue valorado Andrés Manuel López Obrador entre los mejores presidentes del mundo, porque no es lo mismo conocer el país y sopesar con responsabilidad la delicada situación del mundo, que el poder te trastorne.
Terminó su primer año con altos reconocimientos ciudadanos porque se ha mantenido gobernando con la gente, ha cumplido su programa de gobierno de “Primero los Pobres”, y se ganó la confianza de los empresarios, molestos por la suspensión del aeropuerto de Texcoco, pero que acabaron entendiendo la situación, y que el turismo de todos modos no se verá afectado.
Todo esto en uno de los contextos internacionales más complejos en mucho tiempo, que con todo y diferencias en el caso de América Latina, pero también con dos de nuestros principales socios comerciales, como son los EUA y España, han sabido respetar a México y reconocer el estilo serio y pausado de López Obrador.
Donald Trump está en un posible juicio político al que nada más cuatro presidentes de los EUA han llegado y solo dos tuvieron que dejar el cargo. Y los españoles, nuestros otros socios comerciales importantes, tuvieron que repetir las elecciones y no han podido formar gobierno.
En Argentina Mauricio Macri nada más aguantó un período de gobierno y vuelve la larga y misteriosa historia del peronismo, de nuevo con Cristina Fernández y aliados.
En Bolivia se acabaron anulando las elecciones, después que Evo Morales perdió una consulta que le indicó que no debería lanzarse por tercera vez, pero no le hizo caso, tuvo que asilarse en México y ahora están en una situación muy complicada.
En Ecuador no han parado las movilizaciones y se ha dado un desconocimiento de “la revolución ciudadana” de Rafael Correa, al que han querido meter a la cárcel, aunque no se ha llegado a un desastre general como el que representa en Latinoamérica el caso de Venezuela.
En Colombia con muchas dificultades, pero acabaron funcionando las largas conversaciones para integrar a las guerrillas a la vida normal, pero ahora están viviendo una huelga general con la participación de los trabajadores de todas las áreas.
Y en Perú de plano se dice que todos los presidentes están muertos o en la cárcel. En Chile los estudiantes hace mucho participan en violentas manifestaciones, y en Centroamérica se acabaron las guerrillas, pero no los “marasalvatrucha”, violentas pandillas creadas en los EUA que se les regresan, pasando por México.
De modo que en este panorama nuestro país es uno de los más estables, a pesar del narcotráfico que es un problema mundial.