/ sábado 26 de agosto de 2023

Si de administraciones se trata

Los amigos chairos que aún tengo están convencidos que en esta administración existe bastante corrupción, pero manifiestan que ni de locos volverían al PRIAN.

Algunos gobiernos anteriores fueron absolutistas; supuestamente existía la división de poderes, pero el legislativo era totalmente dependiente del ejecutivo, hasta a los legisladores les llamaban “los levanta dedos”, porque votaban por lo que les ordenaban desde el ejecutivo y por supuesto que, el poder judicial también era dependiente del ejecutivo, aunque no tenía tanta inmiscusión como en la actualidad.

Pero conociendo la realidad de los gobiernos anteriores, podría decir que, Lázaro Cárdenas fue un mandatario abusivo, arbitrario, orgulloso e intolerante.

Tuvimos a Miguel Alemán que dicen institucionalizó el robo en su gobierno, a tal grado que la revista “Life” publicó un artículo: “México fábrica de millonarios, generales y limosneros” mencionado que se encontraba entre los diez hombres más ricos del mundo. Después arbitrariamente se prohibió la difusión de la revista en nuestro país y, no obstante lo que robó, existen calles y hasta poblados con su nombre.

Posteriormente tuvimos un presidente de renombre por su integridad, capacidad y honradez, me refiero a Adolfo Ruiz Cortínez, a quienes los achichincles queriendo adularlo, en un cumpleaños de su señora esposa, le obsequiaron un lujoso automóvil, pero don Adolfo, les indicó: “Hace muchos años que mi esposa cumple años y nunca se acordaron de ella, hasta ahora que soy presidente, pueden llevárselo porque no puedo prometer nada a cambio de este regalo”. Siempre fue austero en su sexenio y en su vida posterior; no favoreció a ninguno de sus amigos ni se hizo multimillonario cuando dejó la Presidencia.

Lo sucedió Adolfo López Mateos, quien era un excelente orador y muy culto, quien no hizo mal papel como presidente, aunque a muchos políticos y beneficiados de la revolución no les cayó bien cuando expresó: “Los mexicanos tuvimos la revolución ideal, porque al rico lo hizo pobre, al pobre lo hizo pendejo, al pendejo lo hizo político y al político lo volvió millonario”.

Luis Echeverría quien hizo lo que le daba la gana, despilfarrar dinero, improvisaba cargos y oficinas, endeudó al país, devaluó el peso. López Portillo quien usó el lema: “La solución somos todos” terminando porque el pueblo dijera “La corrupción somos todos”.

Otro sexenio plagado de corrupción fue el de Peña Nieto, a quien extrañamente no se le ha tocado ni un pelo en el actual sexenio (alguna componenda ha de haber por ahí). Pero si juntamos a los corruptos que he mencionado, considero que no les llegan a los tobillos en corrupción, impunidad, cinismo, incapacidad y pésimo gobierno al actual, que pide continuidad, pero, que ni lo mande Dios.

Indican que Carlos Fuentes señaló sobre los políticos: “La mayoría de los políticos, los funcionarios, los contratistas, etcétera, no van a tener otra oportunidad de hacerse ricos, más que ésta, la de un sexenio, Luego vuelven al olvido. Pero precisamente quieren ser olvidados para que nadie los acuse, y ricos, para que nadie los moleste”. “Es por ello que en México se inventó el año de Hidalgo”.

Por falta de espacio sólo mencionaré que, actualmente hasta una diputada de Morena, Inés Parra Juárez, ha denunciado con pruebas a la Secretaría de Bienestar, por un probable desfalco de más de 6,068 millones de pesos.

La diputada María Elena Pérez Jaén, presentó 49 denuncias administrativas ante la SFP y 16 penales ante la FGR, en contra de la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel Rojas y de sus antecesores en el cargo, por irregularidades de 2 mil 700 millones de pesos en Sembrando Vida.

Y cuántos otros fraudes, corrupción, violación a las leyes, crímenes e impunidades, pero además la incapacidad de absolutamente todo que, resulta increíble poder quedarnos callados ante la peor administración gubernamental que ha tenido el país en toda su historia, un país que no era perfecto, pero no carecíamos de cerebro y, de la casi totalidad de lo que teníamos como en la actualidad.

Los amigos chairos que aún tengo están convencidos que en esta administración existe bastante corrupción, pero manifiestan que ni de locos volverían al PRIAN.

Algunos gobiernos anteriores fueron absolutistas; supuestamente existía la división de poderes, pero el legislativo era totalmente dependiente del ejecutivo, hasta a los legisladores les llamaban “los levanta dedos”, porque votaban por lo que les ordenaban desde el ejecutivo y por supuesto que, el poder judicial también era dependiente del ejecutivo, aunque no tenía tanta inmiscusión como en la actualidad.

Pero conociendo la realidad de los gobiernos anteriores, podría decir que, Lázaro Cárdenas fue un mandatario abusivo, arbitrario, orgulloso e intolerante.

Tuvimos a Miguel Alemán que dicen institucionalizó el robo en su gobierno, a tal grado que la revista “Life” publicó un artículo: “México fábrica de millonarios, generales y limosneros” mencionado que se encontraba entre los diez hombres más ricos del mundo. Después arbitrariamente se prohibió la difusión de la revista en nuestro país y, no obstante lo que robó, existen calles y hasta poblados con su nombre.

Posteriormente tuvimos un presidente de renombre por su integridad, capacidad y honradez, me refiero a Adolfo Ruiz Cortínez, a quienes los achichincles queriendo adularlo, en un cumpleaños de su señora esposa, le obsequiaron un lujoso automóvil, pero don Adolfo, les indicó: “Hace muchos años que mi esposa cumple años y nunca se acordaron de ella, hasta ahora que soy presidente, pueden llevárselo porque no puedo prometer nada a cambio de este regalo”. Siempre fue austero en su sexenio y en su vida posterior; no favoreció a ninguno de sus amigos ni se hizo multimillonario cuando dejó la Presidencia.

Lo sucedió Adolfo López Mateos, quien era un excelente orador y muy culto, quien no hizo mal papel como presidente, aunque a muchos políticos y beneficiados de la revolución no les cayó bien cuando expresó: “Los mexicanos tuvimos la revolución ideal, porque al rico lo hizo pobre, al pobre lo hizo pendejo, al pendejo lo hizo político y al político lo volvió millonario”.

Luis Echeverría quien hizo lo que le daba la gana, despilfarrar dinero, improvisaba cargos y oficinas, endeudó al país, devaluó el peso. López Portillo quien usó el lema: “La solución somos todos” terminando porque el pueblo dijera “La corrupción somos todos”.

Otro sexenio plagado de corrupción fue el de Peña Nieto, a quien extrañamente no se le ha tocado ni un pelo en el actual sexenio (alguna componenda ha de haber por ahí). Pero si juntamos a los corruptos que he mencionado, considero que no les llegan a los tobillos en corrupción, impunidad, cinismo, incapacidad y pésimo gobierno al actual, que pide continuidad, pero, que ni lo mande Dios.

Indican que Carlos Fuentes señaló sobre los políticos: “La mayoría de los políticos, los funcionarios, los contratistas, etcétera, no van a tener otra oportunidad de hacerse ricos, más que ésta, la de un sexenio, Luego vuelven al olvido. Pero precisamente quieren ser olvidados para que nadie los acuse, y ricos, para que nadie los moleste”. “Es por ello que en México se inventó el año de Hidalgo”.

Por falta de espacio sólo mencionaré que, actualmente hasta una diputada de Morena, Inés Parra Juárez, ha denunciado con pruebas a la Secretaría de Bienestar, por un probable desfalco de más de 6,068 millones de pesos.

La diputada María Elena Pérez Jaén, presentó 49 denuncias administrativas ante la SFP y 16 penales ante la FGR, en contra de la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel Rojas y de sus antecesores en el cargo, por irregularidades de 2 mil 700 millones de pesos en Sembrando Vida.

Y cuántos otros fraudes, corrupción, violación a las leyes, crímenes e impunidades, pero además la incapacidad de absolutamente todo que, resulta increíble poder quedarnos callados ante la peor administración gubernamental que ha tenido el país en toda su historia, un país que no era perfecto, pero no carecíamos de cerebro y, de la casi totalidad de lo que teníamos como en la actualidad.