Sigue siendo el tema principal la invasión rusa a Ucrania sin que nadie pueda pararla; mientras en México se inauguró el Aeropuerto Felipe Ángeles en Santa Lucía, una obra que se terminó en el tiempo previsto; y en Durango se anunciaron los dos debates que tendrán lugar en abril y mayo, entre las tres candidaturas a la gubernatura.
Al mismo tiempo sigue la vida cotidiana de la mayoría de los ciudadanos del mundo, mientras continúan los combates en Ucrania, con el presidente Zelensky llamando a la solidaridad con los valientes habitantes de su país, que no se han dejado derrotar por los rusos, que no esperaban tal resistencia, y ni los mismo soldados rusos están convencidos de los planes de un enloquecido Vladimir Putin.
Sin embargo no existe una situación como para impedir de manera rápida la muerte de ciudadanos obligados a convertirse en soldados, ya que ni la Organización de las Naciones Unidas puede hacerlo, y ni las sanciones económicas a Rusia movilizan a una ciudadanía que cuando se manifiesta en contra, lejos de ser escuchada, es encarcelada.
Lo que estamos viendo es la solidaridad de los países cercanos, en especial Polonia, con la mayor frontera con Ucrania, y de toda Europa, en especial la más cercana al conflicto, pero en realidad de todo el mundo, que están recibiendo a los millones de personas que se han visto obligadas a dejar su país.
Un conflicto de ese tamaño, y el decidir los Estados Unidos dejar de comprar petróleo y gas a Rusia, provocó un alza del precio de esos productos, y un aumento de la gasolina, y repercusiones de todo tipo en todo el mundo.
El repudio general a esa invasión sin duda que no nada más influirá en los rusos, sino también en el mismo Putin, pero en ese país no hay elecciones, y no se aplican las palabras de Churchill de que la democracia no es perfecta pero no se conoce nada mejor, y en Rusia no hay “Revocación de Mandato”, como ya quedó establecido en la constitución de México, para este sexenio y de aquí en adelante para los que vendrán.
Y ni los conflictos graves como en Yemen, que en estas páginas lo recordó Daniela Lugo, ni la denuncia contra la dictadura en Nicaragua por su representante en la Organización de los Estados Americanos, después de la condena a Cristina Chamorro y a otras personas que quisieron competir en las elecciones, ni tantos aspectos en tantas partes, han hecho que la pandemia desaparezca, ni mucho menos. Nada menos aquí en México vamos a tener otro mes sin clases, después de dos años en una situación irregular.
Desde luego en México será aleccionadora la cantidad de personas que vayamos a votar el 10 de abril, y en qué sentido lo hagamos, porque ya hemos comentado que al presidente Andrés Manuel López Obrador le ha tocado ser más polémico que conciliador, aunque pasará a la historia por haber terminado con “la dictadura perfecta del PRI”, y de pasada con un PAN alejado de sus mejores tiempos.
Se puede decir que haber terminado con el PRI/PAN/PRD es lo que le reconocen la mayoría de los mexicanos, y su lucha contra la corrupción, junto al apoyo a los más pobres, porque para muchas más cosas que el aeropuerto, el Tren Maya, y algunas otras cosas, la pandemia se le atravesó a la Cuarta Transformación, con la situación de que la economía y nuestra relación con los EUA siguen adelante, gobierne quien gobierne aquí y allá.
Y sin embargo serán muy importantes los debates de las dos candidatas a la gubernatura de Durango, con la experiencia administrativa reciente de Marina Vitela, la que tuvo Paty Flores con Calderón, y el aspirante por segunda vez Esteban Villegas.