Tuve la oportunidad de pasar los últimos 15 días en diferentes países de Europa y ver la realidad de México desde afuera.
La triste realidad podríamos decir. Y es que en el último sexenio hemos dado una vuelta al pasado, la intención de desaparecer los organismos autónomos es dar una estocada a la democracia que tantas vidas costó construir.
Con la reforma judicial se ponen en riesgo los tratados comerciales, la llegada de inversiones y, por ende, el futuro de muchos mexicanos.
En este viaje el primer golpe de realidad es al comparar aeropuertos. Desde hace siete años no viajaba desde el Benito Juárez y es sorprendente lo sucio y obsoleto que se encuentra este aeropuerto.
El gobierno de la 4T lo ha dejado caer con el objetivo de obligar a las aerolíneas a mudarse al Felipe Ángeles, aeropuerto que nació obsoleto.
Las terminales áreas de Madrid, Barcelona, Roma son modernas y funcionales. Londres puede presumir que sus 6 aeropuertos son por demás cómodos y modernos. Ya quisiéramos uno para el fin de semana.
En Madrid tuve la oportunidad de platicar con venezolanos que salieron huyendo de su país buscando una mejor condición de vida en España. Trabajan como meseros, dependientes de tiendas, te hablan de lo mal que lo pasan sus familiares en su país de origen al mismo tiempo que también advierten que México va por mal camino.
“Las promesas populistas no son la solución a los problemas del país, al contrario, todo se agrava”, me dice una joven que lleva más de 5 años en España.
Mientras la escucho recuerdo la intención de desaparecer los organismos autónomos, veo los portales de noticias y cómo la venganza de AMLO se está consumiendo, mandando al carajo no solo a las instituciones sino al país entero.
Las comparaciones son odiosas y de fuera más. Aún hay mucho que platicar, pero lo más importante en estos momentos es estar atentos a qué va a hacer Claudia Sheinbaum. Seguirá fiel al Presidente o pondrá un alto a tanta locura que sólo pondrá en riesgo a su gobierno cuando aún ni siquiera asume el poder.