Es una bella tradición celebrar los primeros quince años de feliz vida de toda jovencita, porque su alegría, frescura y juvenil apariencia es tan maravillosa y jamás se volverá a sentir en el alma con tanta plenitud y emoción como hoy… así celebró la llegada de sus quince primaveras, la guapa señorita Carolina Solís Rochel, y para conmemorarlo contó con el entusiasmo y apoyo de su orgullosa mamá, así como de sus padrinos, hermanos y demás seres queridos, quienes se postraron ante el Señor Dios, junto a la celebrante, en el Santuario de Nuestra Señora de Fátima y del Carmen.
Su orgullosa mami, señora María de Jesús Rochel Rochel, se dio a la tarea de organizar todo el evento para su querida heredera y al respecto dijo: “Hoy que cumple sus quince primaveras, es un día muy propicio para desearle un mundo lleno de alegría y felicidad. Que Dios la colme de bendiciones y de todas las cosas buenas que la vida le pueda brindar”…
Rodeada del cariño y amor de sus seres amados la feliz quinceañera celebró la llegada a la edad más importantes entre las chicas, donde tuvo la dicha de estar acompañada por sus padrinos, señor Felipe de Jesús Martínez Rochel, (tío de la festejada y fungió como su padre) y Rosa María Castillo Huerta, quienes muy emocionados estuvieron todo el tiempo acompañando a su nueva ahijada en esta hermosa etapa de su vida.
Luego de la emotiva ceremonia Eclesiástica los invitados se dirigieron a un salón de fiestas de la ciudad, donde se ofreció la linda recepción en honor a la feliz celebrante quien muy emocionada arribó al lugar acompañada de sus chambelanes de honor, Alfredo López Martínez, para juntos iniciar con el tradicional vals, el cual bailó con su orgulloso tío, don Felipe de Jesús, así como con demás familiares, el tema fue: “El vals de las Mariposas”.
Cabe hacer mención que los vals siguientes, como: “Huapango” y “Tiempo de Vals”, tuvieron una linda coreografía por parte del cortejo de damitas y chambelanes, que ese día acompañaron a Carolina, en esta hermosa fiesta de celebración.
Los felices invitados se mostraron entusiasmados por acompañar a la quinceañera en tan importante evento para su vida, demostrándole en cada momento el amor y cariño que le tienen, el cual es incondicional.
Todo transcurrió en agradable armonía, pues no faltaron los momentos de buen humor y de magia, además de la sana diversión en que se festejó a lo grande a quien ahora emprende su camino a la juventud.
Muchas felicitaciones a la quinceañera, quien ese día gozó al máximo de su fiesta, en todos los sentidos, con sus invitados, quienes no la dejan sola en ningún momento en los festejos de su vida. Que cumpla muchos años más junto a sus seres queridos.