Ámbar Hernández lució muy guapa y elegante el día de sus quince años, cuando se postró ante los ojos de Creador en una ceremonia que tuvo como marco el Templo de la Resurrección, lugar hasta donde llegaron su familia y amistades para acompañarla.
- Te puede interesar: Katy Perry y otros famosos que asistieron a la coronación de Carlos lll [Fotos]
Ella estuvo acompañada de sus padres los señores Perla Stephanie Hernández Flores y Erik Ulises Arenas Soto, además de sus padrinos Miguel Ángel Arenas Soto Londres Reta Ramírez, en la celebración también se encontraba su abuelita materna Rosa María Flores Díaz y donde recordó con mucho cariño a su abuelito el señor José Héctor Hernández Verduzco (+).
Durante la misa de acción de gracias, el sacerdote oficiante se dirigió a Ámbar y sus invitados para explicarles que la quinceañera es una celebración tradicional de la vida y de agradecimiento a Dios en la ocasión de los 15 cumpleaños de una joven. Agregando que este ritual le da énfasis al paso de niña a mujer y usualmente, la familia pide en una Misa o una bendición en la iglesia para agradecer a Dios Nuestro Señor por haberle permitido vivir esa bonita etapa de su vida.
Les dio a conocer además que este ritual se celebra frecuentemente en varios países como México, en América Central, en Suramérica, y el Caribe, además de los hispanos católicos en las diócesis de los Estados Unidos suelen pedir esta celebración también.
Destacó además que en la presencia de la familia y los amigos, la joven, como Ámbar, viene a la iglesia en procesión con sus papás y padres, además de familiares para ser parte de la ceremonia dando lectura a los pasajes bíblicos del día.
Ahí mismo la joven quinceañera hizo una promesa a Dios y a la Santísima Virgen de vivir el resto de su vida según las enseñanzas de Jesucristo y de la Iglesia, renovando sus promesas bautismales, además de agradecer la presencia de sus padres en su vida y se comprometió a vivir con el ejemplo que en todo momento le han inculcado.
Al término de la ceremonia la joven celebrante abandonó el recinto del brazo de su chambelán de oro el joven Eduardo Espino Rodríguez, en el atrio del lugar recibió efusivas felicitaciones por parte de todos los ahí presentes.
Posteriormente se trasladó a conocido salón de eventos sociales, en donde recibió bonitos comentarios sobre su espectacular atuendo que le fue regalado especialmente por su tío Leonel salas para este inolvidable instante, en donde el regalo sorpresa se lo obsequió la señora Verónica Salas y su hermana Valeria Hernández le entregó su última muñeca.
En la recepción se sirvió exquisito banquete y se brindó por la felicidad de la joven quinceañera, quien después disfrutó plenamente del baile que se ofreció en su honor.