Un precioso vestido en color negro con finas aplicaciones de pedrería bordada e hilos dorados fue el que lució Andrea de Luna Rodríguez para darle gracias a Dios por permitirle celebrar sus quine años.
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La ceremonia tuvo como marco la hermosa Catedral Basílica Menor de Durango, la cual lució pletórica de familiares y amistades que se dieron cita para acompañarla en esta memorable ocasión.
La joven Andrea lució realmente encantadora ataviada en ese hermoso atuendo que le fue confeccionado especialmente para este momento y estuvo acompañada de sus orgullosos padres, los señores José de Luna y Luz Elena Rodríguez de De Luna, además de sus padrinos Eusebio Soto y Eulalia Rodríguez, quienes escucharon de manera atenta cuando el sacerdote oficiante se dirigió a la joven Andrea para exhortarla a continuar viviendo su juventud de acuerdo a los preceptos que marca la iglesia católica y la educación que en todo momento le han inculcado sus padres.
También le dijo que esta celebración de quince años es un acontecimiento muy especial en la vida de toda niña adolescente, tiene un significado muy especial, ya que no es una simple celebración, por tradición se hacían estas manifestaciones con el fin de presentar a la quinceañera en sociedad. Pero dejó en claro también que el verdadero significado de los quince años es la culminación de la etapa de la infancia a través de la organización de una fiesta donde se celebra el cumpleaños número quince, pero también presentarse ante el Creador para darle gracias por el feliz acontecimiento.
El padre felicitó a Andrea por su comienzo de la edad adulta, aunque empieza su etapa como adolescente, pero es una manera simbólica de celebrarlo. Les dijo que el significado de los quince años no solo es la transición de una etapa a otra y que es el comienzo de empezar a atesorar con dicha las bendiciones recibidas con este motivo, más tarde procedió a darle la comunión como un símbolo de su respeto hacia Dios Nuestro Señor.
Al término de la misa la joven quinceañera fue objeto de múltiples felicitaciones y muestras de cariño por parte de familiares y amistades, entre ellos sus hermanos José, Alexis y Pedro de Luna Rodríguez, además de sus abuelitos Salvador Rodríguez e Irma Galván y Telésforo de Luna y Dolores Nieto y que la estuvieron acompañando en medio de las notas musicales de un mariachi que interpretó melodías a su gusto y entre felicitaciones por parte de sus invitados que después le acompañarían en una recepción que tuvo lugar en conocida finca a las afueras de nuestra ciudad.
Ahí su padrino de brindis la felicitó y posteriormente celebraron al degustar un exquisito banquete que se sirvió en medio de una recepción que se prolongó hasta las primeras horas del día siguiente.