“Para las Abogadas el día de muertos, significó el regreso de lo querido”… Una noche espectacular, llena de nostalgia, tradición y cultura, fue la que se vivió el pasado viernes dentro del “Café Literario de Día de Muertos”, organizado por el Colegio Académico de Abogadas A.C., encabezado por la licenciada Gabriela Ramos Rocha, y que concentró a un sinnúmero de abogadas caracterizadas de “Catrinas”, para rendir tributo a quienes este año concluyeron su ciclo de vida.
Dentro del evento se inauguró un altar de muertos en honor a: el Profr. Lisandro Ávila Gamez; Lic. Cecilia de los Santos Escárcega; Lic. Manuel Rosales Domínguez; Dr. Ernesto Galindo Sifuentes; Dr. Carlos García Carranza; Lic. Luis Ángel Tejada Espino; Lic. Jesús Flores; señora Bertha Rocha Marín y Lic. Martha Ramos Valdez, fueron algunos de los jurisconsultos, que ocuparon un espacio especial en el Altar de Muertos de las juristas, y que recibieron un tributo de silencio y aplausos de familiares y abogadas, que se dieron cita en céntrico salón de la localidad, para festejar a sus muertos y evocar una de las tradiciones más populares del país, considerada por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Durante el encuentro en el que se degustó el tradicional pan de muerto, tamales, café y aguas de sabores, el historiador Óscar Francisco Luna Güereca, tuvo a su cargo las narraciones del significado del Día de Muertos y la leyenda “El Pendiente”, que se desarrolla en la calle de Patoni (mejor conocida como La Calle del Pendiente), que fue testigo de un crimen pasional, cuya defensa quedaría registrada en la historia judicial del Estado, por la brillante actuación del licenciado Fernando Ramírez, quien desempeñó un admirable trabajo frente al jurado, que libró de la pena de muerte a Doña Nepomucena Alcalde, una mujer muy guapa, acusada de asesinar a su esposo, por el solo hecho de estar embarazada.
Además se llevó a cabo una lucida pasarela y el concurso de “Catrinas”, en la que intervinieron alrededor de 20 abogadas, quienes con diferentes caracterizaciones y coloridos maquillajes, se presentaron ante el jurado encabezado por la senadora Margarita Valdez, Dra. Liliana Eugenia Terán y la licenciada Hilda Hernández Castrellón.
Tras la pasarela y el reñido aplauso de los presentes, el jurado calificador decidió otorgar el primer lugar con un empate a las tres Catrinas finalistas, las licenciadas: Claudia Adriana Ramos Rocha, Flor Leticia Santillán Negrete y Gabriela Gallegos Ávila.
En la celebración, la muerte no significó una ausencia sino una presencia viva de los colegas que se adelantaron; su ausencia cobró vida en el altar ofrecido por las litigantes.