Dalila Analu Hernández Ibarra lució un espectacular atuendo para postrarse ante los ojos de Dios en una emotiva ceremonia que tuvo como marco el Templo de San Agustín, donde dió gracias por permitirle arribar a sus quince años.
El recinto lució preciosa decoración con arreglos florales que se colocaron en el pasillo principal para darle la bienvenida y candelabros con cirios blancos que se encendieron y dieron gran espectacularidad al lugar.
Ocupando los reclinatorios adyacentes estuvieron su mamá Karina Ibarra Castorena y en representación de su finado padre Joel Hernández Vázquez su hermana Devahni Hernández Ibarra, además de sus padrinos Antonio Molina Castillo y Jaqueline Ibarra Castorena, quienes se unieron en oración al sacerdote celebrante para pedirle al Altísimo que continúe llenando de bendiciones a la joven quinceañera.
Familiares y amistades que se dieron cita a la celebración eucarística se unieron también en oración para pedir por la felicidad y bienestar de Dalila Analu, quien visiblemente emocionada abandonó el recinto acompañada de un grupo de jóvenes chambelanes pertenecientes a la Academia “Making Dance and Cheer”, con quien momentos más tarde recibiría grandes aplausos al interpretar varias coreografías en la recepción que tuvo lugar en el Salón “Real del Campanario”.
El lugar lució imponente decoración para dar la bienvenida a los numerosos invitados que disfrutaron plenamente de la recepción en donde se sirvió exquisita cena y donde brindaron por la felicidad de la quinceañera que pasó una noche inolvidable, en medio de felicitaciones y buenos deseos.
La velada fue amenizada con música en vivo y con la intervención magistral de la Banda “Platino”, además de un conjunto norteño.