La Catedral Basílica Menor de Durango lució esplendorosa decoración con profusión de arreglos florales y cirios blancos que se encendieron para darle la bienvenida a la enamorada pareja formada Cinthya Guadalupe Navarro Tinoco y Carlos Ariel González Juárez.
Ocupando los reclinatorios adyacentes estuvieron los papás de la novia, señores Alfredo Navarro Román y Josefina Tinoco Ceniceros, mientras que del lado opuesto estuvieron acompañando al novio su mamá Josefina Tinoco Ceniceros y su hermano Kristian González Juárez en representación de su papá Sergio Armando González Villarreal (+).
La pareja estuvo también acompañada de su cortejo nupcial que estuvo integrado por los padrinos de mancuerna: Diana Karen Navarro Tinoco y Mario Alberto González, de arras: Litzy Paola Navarro Tinoco, de anillos: María Guadalupe de Zertuche y Mario Zertuche, de Biblia: Laura Erika Velasco Torres y Darío Farid Quintero Reyes y de velación: Nancy Adriana Oyarzabal González y Jorge Valente Hernández Soto.
Durante la celebración el sacerdote Francisco del Campo exhortó a la pareja a llevar su unión matrimonial de acuerdo a los preceptos que marca la iglesia católica, así como a vivir con el ejemplo que en todo momento les han inculcado en sus respectivas familias.
Al término de la ceremonia la pareja recibió efusivas felicitaciones en el atrio del recinto, en donde en medio de una lluvia de arroz les desearon abundancia y bendiciones en su nueva vida, ahí mismo Cinthya Guadalupe recibió las felicitaciones también de sus hijos Bárbara Brittany Dávila Navarro y Dylan Eduardo Navarro Tinoco.
Más tarde Cinthya y Carlos Ariel se trasladaron al Salón y Jardín Casa Toledo en donde el lugar lució preciosa decoración para recibirlos a ellos y sus invitados, que más tarde disfrutarían de una espléndida recepción que se organizó en su honor.
Durante la velada estuvo presente un juez del registro civil para que la enamorada pareja contrajera matrimonio por la vía civil y en donde ellos, sus papás y sus testigos firmaron el acta correspondiente que los acredita como un nuevo matrimonio ante la sociedad duranguense.
Los invitados disfrutaron de un exquisito banquete que acompañaron de bebidas preparadas y la velada transcurrió en medio de un gran ambiente que se prolongó hasta las primeras horas del día siguiente, cuando partieron con rumbo al Puerto de Mazatlán, Sinaloa en donde disfrutaron de su luna de miel.