Hermosa decoración lució el Templo de San Agustín para recibir a la enamorada pareja formada por la encantadora Michelle Mercado de la Trinidad y su prometido Diego Alonso Piñera Torres, quienes contrajeron nupcias en solemne ceremonia que fue atestiguada por familiares y amistades.
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Aromáticos arreglos florales y cirios blancos fueron encendidos en el pasillo principal del hermoso recinto para dar la bienvenida a los novios que lucieron impecablemente ataviados para vivir uno de los momentos más importantes en sus vidas.
Ocupando los reclinatorios adyacentes estuvieron sus padres, los señores Maricela de la Trinidad Tinoco y Fernando Mercado Camargo; María Cristina Torres Rodríguez y Alejandro Piñera Pescador, además de sus damas Fernanda Barboza, Daniela Guadiana, Clarissa Pérez, Yarely Aguirre, Carolina Rodríguez y Zulema Hernández.
El cortejo nupcial estuvo complementado por sus padrinos de velación que fueron Joel Sauceda y Blanca de la Trinidad, de arras Jessamyn Sauceda y Bryan Isaís, de anillos Cristina y Alejandro Piñera, de mancuerna Maricela de la Trinidad y Fernando Mercado, quienes además unieron sus oraciones a las del sacerdote oficiante para pedirle al Altísimo que los colme de bendiciones en su unión matrimonial.
Durante la solmene ceremonia el padre les dijo que el matrimonio tiene como principal finalidad la de vivir juntos, procrear, y asistirse mutuamente. Respecto de vivir juntos, el hogar común debe ser determinado libre y conjuntamente (antiguamente la mujer debía vivir donde ordenara el marido).
Además agregó que la gracia creada en los esposos por el sacramento del matrimonio, se la deben el uno al otro recíprocamente, pues ellos son los ministros de este sacramento. Si uno de los dos no aporta su libertad y su decisión, no habrá sacramento, y por lo tanto no habrá gracia.
Dijo también que como efecto del matrimonio se crea un vínculo por el que se derrama la gracia que fortalece la unidad, perfecciona el amor de los esposos y los ayuda en su vida conyugal y paternal.
Posteriormente procedió a otorgarles la comunión para que los novios procedieran a intercambiar sus votos matrimoniales, en donde se prometieron amarse y respetarse por el resto de sus vidas.
Al término de la ceremonia Michelle y Diego Alonso fueron objeto de múltiples felicitaciones, para posteriormente trasladarse a una finca ubicada a las afueras de nuestra ciudad en donde fueron los protagonistas principales de una excelente y espléndida recepción.