“Queridos padres y padrinos, en el sacramento del bautismo, este niño que han presentado a la iglesia va a recibir, por primeva vez el agua y el Espíritu Santo, será una nueva vida que brota del amor de Dios”… se convirtió en nuevo hijo de Dios y parte de la familia católica el guapito niño Emiliano Zamarripa Delgado, quien fue llevado por sus papás y padrinos a la pila bautismal del Templo de la Resurrección, para recibir el primer sacramento que ofrece la iglesia católica, su bautizo.
Asimismo el sacerdote celebrante agregó: “Ustedes, por su parte, deben esforzarse en educarlo en la Fe de tal manera que esta vida divina quede preservada del pecado y crezca en él de día en día. Así, pues, si están dispuestos a aceptar esta obligación, recordando su propio bautismo, renunciar al pecado y confesar su Fe en Cristo Jesús, que es la Fe de la iglesia, en la que va a ser bautizado su hijo”, les dijo.
El nuevo cristiano es heredero del matrimonio formado por los señores, Omar Zamarripa y Karla Guadalupe Delgado Bañuelos, quienes dichosos llevaron a su único heredero a recibir la Luz de Cristo para que camine siempre como hijo del Señor.
Ese día especial para la familia anfitriona participaron como padrinos del guapo niño los señores Luciano Valenzuela y María Paula Delgado Bañuelos, quienes dichosos aceptaron la grata invitación de formar parte de este bello ritual religioso.
Al culminar el acto protocolario el sacerdote dio la bendición a padres y padrinos, para luego continuar con la recepción donde se llevó a cabo una exquisita comida, únicamente familiar, para celebrar este grato acontecimiento en la vida del pequeño Emiliano.
Asimismo estuvieron presentes junto al tierno Emiliano, los preciados abuelitos del celebrante, señores Carlos Delgado Hernández y María Paula Bañuelos Chávez, -abuelitos maternos-, así como el abuelito paterno don Santiago Zamarripa, quienes cargaron y consintieron a su nieto con todo el amor del mundo y le desearon una bella vida.
La alegre comida familiar tuvo lugar en el domicilio particular de la familia anfitriona, a donde se dieron cita algunos familiares muy cercanos al feliz matrimonio, para celebrar juntos este agradable evento social.
¡Muchas felicidades a Emiliano!, por ser un miembro más de esta gran familia católica. Enhorabuena.