“Un matrimonio no tiene éxito sólo si dura, es importante su calidad. Estar juntos y saberse amar para siempre es el desafío de los esposos cristianos”… llenos de dicha recibieron la bendición a su amor, la pareja de enamorados formada por Fernanda Martínez Metich y Eduardo Matting, quienes se postraron ante el altar del Templo de San Ana y la Sagrada Familia, donde quedaron unidos bajos los regímenes de su religión católica.
Los novios son hijos de los señores, Abelardo Martínez Caudillo y Virginia Metich Rodríguez, quienes en silencio rogaron por la felicidad de la feliz pareja, ellos son padres de la novia, en cambio los señores Óscar Eduardo Matting Valenzuela y Laura Virginia Luján Almodóvar, padres del contrayente, dieron su bendición a ambos.
Un bello mensaje por parte del sacerdote celebrante, Óscar Chávez Mata, fue el que los novios escucharon con atención debido a que los exhortó a llevar un matrimonio siempre por el camino de la comprensión, guiados de la mano de Dios y teniendo como base sólida amarse y respetarse todos los días de su vida.
El cortejo nupcial estuvo integrado por los señores, Tirso Rubio y Gloria Metich, quienes fungieron como padrinos de anillos, en cambio como padrinos de arras, fungieron Ricardo Enríquez y Carmen Luján; además como padrinos de mancuerna, participaron los señores José Amador y Alejandra Martínez, y como padrinos de velación, figuraron Eduardo Mattig y Laura Luján.
Al culminar la especial ceremonia eclesiástica en que se declaró marido y mujer a Eduardo y Fernanda, se ofreció una elegante recepción la cual tuvo lugar en el salón “La Herradura”, en donde los esperaban algunos familiares y amigos cercanos, quienes los colmaron de bendiciones y sinceras felicitaciones.
Cabe mencionar que los ahora esposos, deleitaron al público asistente con un hermoso vals, en donde eligieron una hermosa melodía, la cual emocionó a los presentes y dieron una emotiva ovación para ellos.
La pareja se notó sumamente contenta y en todo momento lució una gran sonrisa, por lo que agradecieron a sus invitados por compartir juntos este maravilloso día de celebración.
Posteriormente los felices esposos disfrutarán de una linda luna de miel, recuerdo de bodas que guardarán en su corazón.
Se espera que todos los años que compartan juntos, estén llenos de alegría infinita. Felicidades a la pareja.
Enhorabuena al nuevo matrimonio por este gran paso en sus vidas. Que el amor y la felicidad siempre los persiga.