"Queridos padres y padrinos, en el sacramento del bautismo, esta niña que han presentado a la iglesia va a recibir, por primeva vez el agua y el Espíritu Santo, será una nueva vida que brota del amor de Dios”… se convirtió en nueva hija de Dios y parte de la familia católica la tierna niña María Catalina Guadiana González, quien fue llevada por sus papás y padrinos a la pila bautismal del Templo de Santa Ana y la Sagrada Familia, para recibir el primer sacramento que ofrece la iglesia católica, su bautizo.
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Asimismo el presbítero Fernando Rodríguez Castañeda, agregó, "ustedes, por su parte, deben esforzarse en educarla en la Fe de tal manera que esta vida divina quede preservada del pecado y crezca en ella de día en día. Así, pues, si están dispuestos a aceptar esta obligación, recordando su propio bautismo, renunciar al pecado y confesar su Fe en Cristo Jesús, que es la Fe de la iglesia, en la que va a ser bautizada su hija”, dijo.
La nueva cristiana es heredera del matrimonio formado por los señores, Gerardo Guadiana y Kris González, quienes dichosos llevaron a su hijita a recibir la luz de Cristo para que camine siempre como hija de Dios padre.
Ese día especial para la familia anfitriona participaron como padrinos de la dulce pequeñita los señores Miguel González y Karen Guadiana, quienes dichosos aceptaron la grata invitación de formar parte de este bello ritual religioso.
Al culminar el acto protocolario el sacerdote Rodríguez Castañeda, dio la bendición a la dulce bautizada, así como padres y padrinos.
Luego la familia anfitriona ofreció una recepción familiar donde se llevó a cabo una deliciosa comida, únicamente familiar, para celebrar este grato acontecimiento en la vida de la dulce María Catalina.
La alegre comida familiar tuvo lugar en el domicilio particular, a donde se dieron cita algunos familiares muy cercanos al matrimonio anfitrión, para celebrar juntos este agradable evento social.
Asimismo estuvieron presentes junto a la tierna Catalina, su hermano Víctor Rafael, así como sus preciados abuelitos y tíos, quienes cargaron y consintieron a su querida Katy (como le llaman cariñosamente).
¡Enhorabuena y muchas felicidades a María Catalina!, por ser una nueva cristiana.