Un día maravilloso, sin duda lleno de alegría para toda la familia de los hermanitos Rodríguez González, quienes juntos recibieron la especial bendición de Dios, el más pequeñito de la familia Liam Jared, recibió el agua bendita del sacramento del bautizo, en cambio la dulce niña: Ivy Marlene fue presentada a la edad de tres añitos, en un emotivo acto de Fe que tuvo como escenario el Templo de Nuestra Señora de Santa Ana y la Sagrada Familia.
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Los niños celebrantes fueron acompañados de sus amorosos padres, señores Jorge Isac Rodríguez Ramírez y Mónica Mariela González Cassio, quienes muy contentos y emocionados realizaron este hermoso acto de amor hacia Dios, y quienes prometieron cuidar de sus hijos, por ser un hermoso regalo del cielo.
La emotiva ceremonia fue oficiada por el presbítero Fernando Rodríguez Castañeda, quien dio las lecturas correspondientes, para que el bebé fuera bañado con el agua bendita del Jordán, y la dulce niña Ivy Marlene bendecida como hija de Dios Padre.
Acompañaron a los celebrantes, sus dichosos padrinos, señores Miguel Olmos Cabrales y Laura Cassio Meraz, quienes figuraron como padrinos de ambos niños, tanto del pequeño Liam Jared y de la sonriente Ivy Marlene.
Dicho acontecimiento no podía estar completo, sin la presencia del hermano mayor de los celebrantes, Iker Isaac Rodríguez González, así como de su bisabuela, doña Guillermina Meraz, además de sus abuelos maternos, señores Francisco Javier y Mónica Gabriela, asimismo su querido abuelito paterno, señor Rubén Rodríguez, entre muchos tíos y primos más, quienes muy emocionados de ver convertido a Liam Jared, en nuevo cristiano, les desearon una bella vida, y además dirigieron bendiciones para la tierna Ivy Marlene.
Cabe mencionar que la familia anfitriona, ofreció una exquisita comida en un salón de eventos, asimismo la linda fiesta infantil para los pequeñitos, en donde la decoración del lugar lució con los vistosos personales de “Minnie y Mickey Mouse”, los cuales aparecieron en el delicioso pastel, en las artísticas piñatas, así como en los centros de mesa y la enorme mesa de dulces.
Los festejados recibieron cariñosas y bonitas felicitaciones por parte de sus seres queridos que con gusto se dieron cita al recinto.
Sin duda fue un día de fiesta para los hermanitos Martínez-Contreras, así como para sus invitados, quienes disfrutaron de principio a fin este grato acontecimiento.
Enhorabuena a los felices celebrantes, por cumplir ya con este sacramento y ritual religioso, que ofrece la iglesia católica. ¡Muchas felicidades a la familia anfitriona! por tan hermoso festejo.