Los encantadores niños, Aileen Elena y Elías Pérez Zaldívar, fueron llevados hasta la pila bautismal del Templo de Nuestra Señora de Santa Ana y la Sagrada Familia, para recibir el sacramento de su bautizo, ante sus familiares más cercanos, que se dieron cita para presenciar este importante acontecimiento, para todos ellos.
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Con el cariño de sus amorosos padres, los señores David Isaac Pérez Campos y Cynthia Vanessa Zaldívar Cortez, los hermanitos recibieron la especial bendición y el agua bendita, que los transforma en una sola criatura y les da la bienvenida a la familia católica.
Para este hermoso acto de Fe, participó como madrina, Kenia Roxana Zaldívar Cortez, (madrina de Aileen) en cambio como padrinos de Elías, fungieron los señores, Ángel Josué Zaldívar Cortez Yesenia María Avitia Cabrales, quienes se comprometieron a velar y guiar por el buen camino a sus nuevos ahijados, a quienes prometieron inculcarles buenos valores.
Luego de que se hicieron las lecturas Bíblicas y se impusieron las aguas bautismales a los niños, el sacerdote Fernando Rodríguez Castañeda, dio la unción, que los unge en la coronilla con el Crisma, que es un aceite mezclado con bálsamo consagrado por el obispo el Jueves Santo de cada año, con el cual son bautizadas todas las personas.
Al término de la emotiva ceremonia religiosa, se llevó a cabo una bonita recepción, la cual tuvo lugar en un salón jardín de la localidad, ésta fue alegre y muy divertida, a la que acudieron muy emocionados los invitados entre ellos sus abuelitos, señores Tiburcio Zaldívar Hernández y María Elena Cortez Quiñones, así como los señores Lucio Pérez Magallanes y María Guadalupe Campos Torres.
Familiares y seres queridos degustaron de una exquisita comida, preparada especialmente para esta bonita ocasión, en donde además hubo de todo como las bebidas refrescantes, así como deliciosos postres, y no podía faltar la deliciosa rebanada de pastel, el favorito de los festejados.
Además también se tomaron las fotos del recuerdo, las cuales compartieron con sus familiares y amigos, como una forma de celebrar.
¡Enhorabuena y muchas felicidades! a los nuevos Hijos de Dios, por cumplir ya con este sacramento, el cual obliga la iglesia a la que pertenecen.
