Al celebrar sus nueve meses de edad la pequeña y encantadora Isabella Aviña Enríquez recibió las aguas benditas del Jordán durante una emotiva ceremonia que tuvo como marco la Parroquia de Santa Rosa de Lima en el fraccionamiento Jardines de Durango y en donde el padrino de óleos fue el presbítero Noé Soto Valdez.
Para esta inolvidable ocasión ella lució un hermoso atuendo en el característico color blanco y estuvo acompañada de sus consentidores papás los señores José Gabriel Aviña Robles y Dilhery Rocío Enríquez Miranda.
Como padrinos de la pequeña Isabella estuvieron los señores Graciela Robles González, Danaé Liliana Enríquez Miranda (que vino exclusivamente de la Ciudad de México), María del Rocío Miranda de Enríquez y Manuel Enríquez García, quienes junto a los padres de la nueva cristiana escucharon de manera atenta cuando fueron exhortados a encaminar en la fe católica a la pequeña a lo largo de su vida.
Al concluir el acto protocolario de la ceremonia de bautizo de Isabella Aviña Enríquez, recibió efusivas felicitaciones por parte de familiares y amistades que se dieron cita, entre ellos sus abuelitos los señores María del Socorro Robles González, María del Rocío Miranda de Enríquez y Manuel Enríquez García.
Debido a la situación por la que se atraviesa por la contingencia generada por Covid-19, los esposos Aviña Enríquez cumplieron con todos los protocolos de la sana distancia y decidieron continuar el festejo en forma privada con un selecto grupo de invitados, pero previo a ello, acudieron a realizarle a su encantadora chiquitina una sesión fotográfica con la experta profesional de la lente Eliana Leyva, misma de la cual nos comparten en esta ocasión.
Los invitados al pequeño festejo disfrutaron de un espléndido banquete que se sirvió especialmente para la ocasión y en donde los padrinos aprovecharon esos momentos para repartir entre la concurrencia bonitos bolos a manera de recordatorios que seguramente quedarán como un grato recuerdo de este acontecimiento familiar.
Isabella recibió llamadas de felicitación y muestras de cariño de sus familiares de Xalapa, Veracruz y de Canatlán, Durango en donde con beneplácito y gran entusiasmo recibieron la noticia del ingreso de la pequeña a las filas del catolicismo.