Un precioso atuendo en tonalidades rosadas con finas aplicaciones de pedrería que hacían conjunto con una hermosa diadema en el mismo tono hizo lucir encantadora a la joven Bianca Vicent Ávalos Murillo, quien celebró sus quince años con bombo y platillo.
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Ella llegó hasta el Santuario de Nuestra Señora de Fátima y del Carmen para dar gracias a Dios en un recinto que lució esplendorosa decoración para recibirla a ella y sus familiares y amistades que estuvieron acompañándola.
Durante la ceremonia estuvo acompañada de sus orgullosos padres los señores José Reyes Avalos y Blanca Esthela Murillo Vázquez, además de sus madrinas Margarita Álvarez Hernández y Marina Álvarez Hernández, quienes unieron sus oraciones a las del sacerdote oficiante para pedirle al Altísimo que la continúe llenando de bendiciones a lo largo de su vida.
Al hacer su arribo la encantadora quinceañera Bianca Vicent lo hizo en compañía también de sus hermanos Berlín Ávila Murillo, que vino de Monterrey, Nuevo León; Francisco Daniel Ávila Murillo y José Alfredo Ávalos y su abuelita Felipa Vázquez Zavala. Además de sus damas Paula Salazar, Lesly Amaya, Keyla Oceguera, Daniela Falcón, Valeria García, Stefy Soto, Luisa Lazalde, Danna y Fátima García y sus chambelanes Karlo Ledezma, Emiliano Meraz, Kevin Álvarez y Yosell García.
Durante la ceremonia el padre les dijo que la celebración de los católicos para las quinceañeras llegó en la época de la conquista de los españoles y fue en el siglo XIX, cuando el emperador de México, Maximiliano y su esposa, Carlota, introdujeron vals y los vestidos.
Recalcó que la celebración marca la transición de niña a mujer de la quinceañera. Sirve como un modo de reconocer que la joven que ha alcanzado la madurez, además de tener ese reencuentro con el Altísimo para obtener su bendición y seguir viviendo su juventud de acuerdo a los preceptos que le ha marcado su familia.
Al término de la ceremonia la joven quinceañera recibió efusivas felicitaciones por parte de sus invitados, con quienes posteriormente estuvo acompañada en una excelente recepción que lució en todo su esplendor gracias al hermoso decorado del Salón Casa Real.
Al siguiente domingo en una finca del poblado Juan B. Ceballos tuvo lugar la tornaquinceañera, en donde los invitados continuaron festejando con ella y disfrutando de ese excelente acontecimiento.