Después de 30 años de servicio llevando enseñanzas, ha llegado la hora de despedirse de su aula y alumnos, con satisfacción por lo que ha hecho, no hay tal cosa como despedidas y más cuando se trata de una maestra que lo ha dado todo, porque sus enseñanzas permanecen para siempre en la mente y el corazón de sus estudiantes…
Fue en los pasillos de la ByCENED donde se llevó a cabo la ceremonia de la última campanada, para la doctora Ana Marcela Santacruz Bradley, catedrática de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de Durango, ahí realizó su último registro de salida, estado presente la directora general, Mtra. Juana Eugenia Martínez Amaro.
Al respecto le preguntamos a la doctora Santacruz Bradley, ¿Qué fue para usted el trabajar en la ByCENED, durante estas tres décadas?, “Contribuir en la preparación de los estudiantes normalistas de diferentes generaciones de las Licenciaturas en Educación Especial, primaria, preescolar, inclusión educativa, bachillerato, ha sido una experiencia colmada de retos y aprendizajes que me impactaron en el área profesional y personal. La docencia es una profesión que celosa, exige estar en constante preparación, actualización e innovación”, dijo.
Asimismo también se le preguntó ¿Qué es lo que se lleva de la ByCENED?, “Sin embargo el esfuerzo se ve premiado al máximo, al observar a los docentes que egresan con un perfil que los distingue como profesionales de la educación. Han sido una gran cantidad de momentos inolvidables, me llevo todos y cada uno de ellos, no podría decir unos cuantos porque no es justo, la riqueza de lo vivido es parte de lo que ahora soy, de que doy siempre a mi alrededor. Una vez Normalista y para siempre. Larga vida a nuestra Escuela Normal”, finalizó diciendo con mucha emoción.
Al culminar la emotiva ceremonia donde estuvieron docentes, administrativos, apoyo de la Coordinación de Extensión Cultural y Dirección General, así como compañeros, felicitaron efusivamente a la nueva jubilada por este gran logro en su vida laboral.
Posteriormente los compañeros de trabajo de la Doctora Ana Marcela, le ofrecieron un ameno desayuno, donde no faltaron los momentos de alegría y las anécdotas, que pudieron recordar, ya que a lo largo de tantos años, la feliz Maestra pudo conservar grandes amistades.
Su dedicación a mejorar vidas jóvenes, ha sido inspiradora, siempre será recordada como una maestra ejemplar, cariñosa y enérgica. Enhorabuena por su jubilación, que sigan los festejos.