Precioso y juvenil atuendo fue el que lució en sus quince años la joven Ana Marcela Cervantes Martínez, quien se postró ante los ojos de Dios en ceremonia que tuvo como marco el Santuario de Nuestra Señora de Fátima y del Carmen.
Familiares y amistades de la encantadora quinceañera fueron testigos cuando ella hizo su arribo al recinto en compañía de jóvenes chambelanes y guapas damitas que la escoltaron hasta el altar mayor, en donde estuvo acompañada de sus padres Gerardo Cervantes Nevárez y María Anabel Martínez Domínguez y de sus padrinos Benito Flores Lozoya y Alma Alicia Cervantes Nevárez.
Hermosas palabras le dedicó el sacerdote oficiante, quien conminó a Ana Marcela a llevar su juventud de acuerdo a los preceptos que marca la iglesia católica y a vivir con el ejemplo que en todo momento le han inculcado sus padres.
Al término de la celebración, los invitados se acercaron para felicitarla y posteriormente se trasladaron al Salón “Richelieu” en donde se le ofreció una espléndida recepción en su honor y donde bailó su primer vals con sus chambelanes y damas y posteriormente con su papá y sus padrino.
La velada transcurrió en medio de un gran ambiente en donde los anfitriones hicieron servir un exquisito banquete que se preparó especialmente para la ocasión.