Que su matrimonio sea un viaje lleno de momentos inolvidables, cariño y respeto mutuo. Han encontrado el amor verdadero, por eso todos sus seres queridos celebran esta unión, que su camino juntos esté lleno de felicidad y amor… Un bonito encuentro entre dos personas que se adoran, quienes muy emocionados decidieron dar este paso tan importante, casarse por la iglesia, ante el altar del Templo de Nuestra Señora de Fátima y del Carmen, la pareja formada por la gentil Ana Karen Ibarra Cepeda y Joel Eduardo Soto Facundo, quienes decidieron presentarse ante Dios y unir sus vidas con el indisoluble lazo del matrimonio, teniendo como testigos a sus familiares y amigos más cercanos.
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Los novios para este acontecimiento tan importante, se hicieron acompañar por sus adorados padres, señores Gabriel Ibarra González y María Yolanda Cepeda Díaz, padres de la novia, en cambio los señores, Elvira Facundo Vázquez y Rodolfo Ávila Hernández, padres del feliz contrayente, ellos en silencio rogaron por la dicha y felicidad de sus queridos herederos.
Participaron en el cortejo nupcial, familiares y amigos muy cercanos a la feliz pareja de enamorados, entre ellos: Óscar Facundo y Abigail Moreno, quienes fungieron como padrinos de mancuerna, además como padrino de anillos figuró, Marco Quiroz, quien llevó los aros de oro para el bendito acto de amor entre ambos.
Al finalizar la emotiva ceremonia en que quedaron unidos como marido y mujer: Joel Eduardo y Ana Karen, se ofreció una bonita recepción, la cual se llevó a cabo en una quinta campestre llamada: “Mitokali”, por el Pueblito, Durango, a donde se dieron cita infinidad de familiares y amistades cercanas al feliz matrimonio.
Al recinto llegaron de la mano y escuchando su canción de fondo, los novios, la cual fue el vals representativo de su boda, para juntos bailar al centro de la pista.
Para luego proseguir con el especial vals el cual bailaron con los orgullosos padres, y demás familiares y amigos, con quienes vivieron una noche especial y afortunada, el nuevo matrimonio fue ampliamente felicitado por todos los gentiles asistentes.
Al evento se dio cita el hermano del feliz contrayente el joven Edgar Alejandro Soto Facundo, quien deseó a los novios una vida plena de dicha y felicidad.
Posteriormente antes de degustar la exquisita cena, se ofreció el tradicional brindis, donde estuvieron acompañados de familiares y amigos quienes desearon a la feliz pareja una vida plena de amor y abundante felicidad por lo largo de sus vidas.
Hoy, en su boda, se les desea una vida llena de risas, aventuras y amor eterno. ¡Felicidades a los novios!
Enhorabuena para todos ya forman ahora una gran familia.