Las encantadoras hermanas Hannya y Dayanna Jaime Luna se postraron ante los ojos de Dios en el Templo del Sagrado Corazón de Jesús de la Colonia Hipódromo para darle gracias por permitirles llegar a la edad de las ilusiones: sus quince años.
- Te puede interesar: Celebraron su boda civil Karen & José Antonio
Las dos hermanas estuvieron acompañadas de sus orgullosos padres, los señores Nieves Jaime Ortiz y Ana Bertha Luna C., además de sus madrinas Olga Lydia Amador y María de Lourdes Balderas, quienes se comprometieron ante el sacerdote celebrante para encaminar en la fe católica a lo largo del resto de sus vidas a las dos quinceañeras.
Preciosos y juveniles atuendos lucieron Hannya y Dayanna, en tonalidades azul eléctrico y verde esmeralda, los cuales fueron confeccionados con finas telas que fueron rebordados con bonitas aplicaciones que las hicieron lucir realmente hermosas y que armonizaban con el bonito maquillaje y peinado coronadas con una hermosa diadema de cristales.
Para este momento tan especial el recinto lució bonitos arreglos florales y cirios blancos que fueron encendidos para darles la bienvenida a Hannya y Dayanna, quienes a su arribo lucieron visiblemente emocionadas por el significativo instante que estaban viviendo en sus vidas.
Durante la celebración el padre que se dignó a oficiar la misa de acción de gracias dijo que la palabra quinceañera tiene dos significados, describe la bienvenida a la pubertad de una jovencita, quien después de renovar sus votos bautismales es presentada en sociedad y se refiere también al festejo del mismo.
Agregó que una quinceañera tradicional es comúnmente celebrada en el quince cumpleaños de la joven y festejado con una fiesta y una misa, esta última con un significado espiritual ya que simboliza la presentación de la quinceañera ante Dios y su comunidad y la promesa de honrar tanto su religión como a sí misma.
Hizo hincapié en que es importante saber que a diferencia del bautismo y la confirmación, la quinceañera no es ningún sacramento bajo el catolicismo, pero solidifica el compromiso de la quinceañera con su fe.
Dijo también que era importante que las quinceañeras estuvieran preparada para este momento tan especial en sus vidas y estar bautizadas y haber recibido la primera comunión y la confirmación.
Al dirigirse a Hannya y Dayanna, les comentó que era importante esta acontecimiento en que dan el paso de niña a mujer y que de hoy en adelante habrán de encaminar sus vidas con los mandamientos que otorga la iglesia católica, así como con el ejemplo que en todo momento les han inculcado sus padres a lo largo de todos estos años.
Al término de la ceremonia las dos quinceañeras y sus invitados se trasladaron al Salón “María Bonita”, en donde disfrutaron de una espléndida recepción en su honor y donde los asistentes brindaron con ellas por su felicidad y degustaron de un espléndido banquete que se sirvió especialmente para esta ocasión.