Un precioso vestido finamente bordado con flores lilas fue el que lució para dar gracias por sus 15 años la joven Vanesa Guadalupe García Ramos, quien acudió a la Catedral Basílica Menor de Durango para escuchar la misa de acción de gracias ofrecida para el Altísimo.
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La joven quinceañera estuvo acompañada de un grupo de jóvenes chambelanes que la estuvieron escoltando a su arribo al bonito recinto que lució bonita decoración con cirios blancos que fueron encendidos para darles la bienvenida.
También la estuvieron acompañando sus padres Eleazar García Díaz y Blanca Leticia Ramos Vitela, además de su madrina la encantadora joven Daniela Sarahí García Ramos, además de familiares y amistades que se dieron cita a la emotiva ceremonia.
Durante la misa el sacerdote oficiante se dirigió a la quinceañera para decirle que nunca se suelte de la mano de Dios y siempre le dé gracias por las bendiciones recibidas y seguir su camino bajo los principios morales que en todo momento le han inculcado en el seno familiar.
Además el padre comentó que la quinceañera es una celebración tradicional de la vida y de agradecimiento a Dios en la ocasión del 15 cumpleaños de una joven, como es el caso de Vanesa Guadalupe.
Dijo que este ritual le da énfasis al paso de niña a mujer. Usualmente, la familia pide una misa o una bendición en la iglesia, afirmando que este ritual se celebra frecuentemente en varios países como México, en América Central, en Suramérica, y el Caribe.
Después de la Liturgia de la Palabra, la joven quinceañera hizo una promesa a Dios y a la Santísima Virgen de vivir el resto de su vida según las enseñanzas de Jesucristo y de la Iglesia, renovando sus promesas bautismales, posteriormente recibió la comunión en compañía de sus papás, padrinos, chambelanes e invitados.
Al término de la ceremonia ya la esperaban el atrio del recinto para externarle sus felicitaciones por el feliz acontecimiento para posteriormente trasladarse a un conocido salón de eventos sociales, en donde le esperaba un espléndido brindis en su honor, para posteriormente degustar un exquisito banquete que se sirvió especialmente para la ocasión.
La velada transcurrió en medio de un gran ambiente en donde la hermosa quinceañera bailó su primer vals del brazo de su orgulloso padre, para posteriormente hacerlo con sus chambelanes en una coreografía que se preparó especialmente para este momento.
El festejo culminó en las primeras horas del día siguiente, en que los invitados comenzaron a despedirse y agradecer las atenciones de que fueron objetos en esta hermosa celebración.