“Que la alegría y la gracia de este día tan especial permanezcan siempre en tu corazón, has recibido con alegría el sacramento de la Comunión, comparte con toda tu familia este momento tan único y especial”…recibió a Jesucristo convertido en el dulce pan de los ángeles, y llena de ilusión se postró ante Él, la niña Elizabeth Nájera Coria, quien realizó su primera comunión mediante una emotiva ceremonia llevada a cabo en el Templo de Santa Rosa de Lima, donde estuvo rodeado de sus seres más allegados.
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La sagrada Eucaristía le fue otorgada en presencia de sus queridos padres, señores Manuel Nájera y Jessica Coria Madinaveitia, quienes dichosos acompañaron su hija a presenciar este momento tan importante y especial en su vida.
Ese día participó como madrina de la feliz comulgante, Gloria Lucía Coria Madinaveitia, su tía consentida, quien sintiéndose orgullosa acompañó en todo momento a la feliz Elizabeth, quien emocionada portó la Biblia, la vela y el rosario, para el bendigo acto.
El significado de la Eucaristía: Se recibe en esta Sagrada Comunión, haciéndose alimento para nuestras almas, aumentando la gracia y dándonos la vida eterna. Como su palabra indica, comunión proviene del latín “communio” y significa “participar en común”. Es un momento en el que se reúnen familiares, amigos y personas que comparten creencias religiosas afines, para celebrar esta unión entre el niño(a) y Dios.
Al culminar este bello sacramento, se ofreció una deliciosa comida, la cual se llevó a cabo en un salón-jardín de la localidad, donde hubo “albercada”, y en donde Elizabeth compartió el pan y la sal con sus familiares y amigos cercanos, con quienes disfrutó de ese hermoso día el cual recordará por siempre.
Cabe hacer mención que a hora oportuna los asistentes disfrutaron de una deliciosa carne asada, así como de una exquisita discada, acompañadas de aguas frescas de temporada, así como de delicioso postres y botanitas, sin faltar la imprescindible rebanada de pastel como riquísimo postre para los invitados.
Los asistentes abrazaron y desearon a Elizabeth, que siga llevando a Jesucristo en su corazón, como lo hacen cada domingo de la santa misa.
Enhorabuena y muchas felicitaciones a la dulce Elizabeth, por escuchar los consejos de su yo interior, y realizar este bonito aprendizaje de Jesucristo, y saber más sobre la importancia de convertirse en una feliz comulgante.
Además al evento desde luego se dieron cita los hermanos de la celebrante, Fernando y Alejandrito, quienes quieren mucho a su hermana y siempre la acompañan en los momentos más importantes de su vida.
Felicitaciones a toda la familia anfitriona, por ser partícipes de este especial día.