Para realizar este bello sacramento, es necesario que el niño esté bautizado, y así lo hizo el guapito niño Ángel Fernando Martínez Corona, quien comulgó por primera vez, y esto integra al niño en la vida cristiana adulta. Coincide con un cambio de etapa en su proceso de maduración humana. El niño ya va siendo consciente de sí mismo y empieza a desarrollar un cierto sentido crítico, evento que se llevó a cabo en el Templo de Santa Rosa de Lima.
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Ángel Fernando, aunque necesita de la presencia continua de sus queridos padres, señores Lorenzo Martínez e Isabel Corona, ya es capaz de ir tomando algunas decisiones por sí mismo y hoy eligió esta bonita opción de realizar su primera comunión en ceremonia comunitaria.
El nuevo comulgante, se preparó para este hermoso sacramento acudiendo a un curso llamado catequesis, en el que le enseñaron los principales preceptos de la Iglesia Católica, algunas veces acompañado de su madrina María Bertha Reyes Nájera.
Además con antelación de recibir el Cuerpo de Cristo, Ángel Fernando tuvo que confesar sus pecados ante el sacerdote Noé Soto Valdez, quien dio penitencia y aprobó esta primera comunión con orgullo.
Además el sacerdote Soto Valdez, tuvo varios días de diálogo con los niños, que ese día recibieron este importante sacramento, y fue un plan especial de formación que les ayudó a comprender también este sacramento y todo lo que implica. Haber recibido la instrucción religiosa suficiente que capacite al niño para comprender el significado de la Eucaristía en su vida personal y comunitaria.
El feliz Ángel, ese día estuvo rodeados de sus familiares y amistades cercanas, así como de sus hermanos: América, Andrea, Diana, Sebastián y Fernando, quienes no lo dejan solo en los momentos importantes de su vida y le dan su acompañamiento por siempre, como una bonita familia que son.
En el evento se ofreció una deliciosa comida, la cual fue meramente familia y en donde Ángel Fernando recibió muchas muestras de cariño y apoyo por parte de sus seres amados quienes ese día con gusto le llevaron lindos e interesantes obsequios.
Sin duda fue un evento muy satisfactorio tanto para el festejado, como para su querida familia, ya que además se tomaron las fotos del recuerdo, como lo fueron las fotos tradicionales en el atrio del santo recinto, mismas que guardarán en su corazón por mucho tiempo más.
¡Muchas felicidades al nuevo comulgante!, por ser parte de las fiestas dominicales para entrar en gozo a la Casa del Señor.
Felicitaciones a toda la familia anfitriona, por ser partícipes de este especial día.