“El santo bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia”… Un día maravilloso, sin duda lleno de alegría para toda la familia, fue para los gemelitos: Carlos y Antonio Hernández Ramírez, quienes juntos recibieron el sagrado sacramento de su bautizo, en un emotivo acto de Fe que tuvo como escenario el bautisterio del Templo del Santo Niño de Atocha.

Te puede interesar: Celebran maestras de la Normal su 50 aniversario

Los niños celebrantes fueron acompañados de sus queridos papás, señores Yair Antonio Hernández Aviña y Diana Gabriela Ramírez Espino, así como por su hermanita Diana Elizabeth, quienes muy contentos y emocionados realizaron este hermoso acto de amor hacia el Señor, y quienes prometieron cuidar de los pequeñitos, por ser un doble regalo del cielo.

En la emotiva ceremonia que dirigió el sacerdote a cargo, dio las lecturas correspondientes, para que los gemelitos, fueran bañados con el agua bendita del Jordán, y bendecidos como Hijos de Dios Padre.

Acompañando a los nuevos cristianos, se encontraban además sus dichosos padrinos, por parte de Carlitos, los señores Carlos Alberto Ramírez Espino y Dulce María Díaz, en cambio los señores Federico Aviña Hernández y Paola Lizbeth López Rocha, quienes figuraron como padrinos de Toñito –como le dicen de cariño-; así que ellos contarán con la dicha de ser como unos segundos padres para sus nuevos ahijados.

Dicho acontecimiento no podía estar completo, sin la presencia de abuelos, tíos y primos, quienes muy emocionados de ver convertidos a Carlos y Antonio, en católicos, les desearon una bella vida.

Cabe mencionar que las familias anfitrionas, ofrecieron una riquísima comida, la cual se llevó a cabo en su domicilio particular, en honor a ambos celebrantes, quienes disfrutaron del cariño y las bonitas felicitaciones de parte de sus seres amados.

Sin duda fue un día de fiesta para los felices hermanitos Hernández-Ramírez, así como para sus invitados, quienes disfrutaron de principio a fin de este grato acontecimiento social.

Enhorabuena a los nuevos bautizados, por cumplir ya con este sacramento que obliga la iglesia católica. ¡Muchas felicidades a la familia anfitriona!.