Frente a la pila bautismal del Templo de San Juanita de los Lagos fue bañado con las aguas benditas del Jordán el pequeño José David Meléndez, quien para este emotivo instante lució un bonito ropón en el característico color blanco.
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Durante la ceremonia el pequeño estuvo acompañado de su mamá la señora María de los Ángeles Meléndez Mendoza, además de sus madrinas Alma Verónica y Claudia Elizabeth Meléndez López, quienes se comprometieron ante el sacerdote oficiante a encargarse de encaminar en la fe al nuevo cristiano.
Durante la emotiva celebración en donde José David estuvo rodeado del cariño de familiares y amistades, el sacerdote que fungió como padrino de óleos se dirigió a ellos para corroborarles que el bautismo, como todos los otros sacramentos fue instituido por Cristo. Recalcándoles que él le dio el mandato a los apóstoles de “ir y bautizar” a todas las criaturas del mundo. Dijo que por el bautismo, Dios da el don, el regalo de ser hijos de Él, dándonos su mismo Espíritu, para que habite en nosotros. A partir de ese momento Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, la Santísima Trinidad, habitarán en el bautizado.
También el padre les comentó que tanto los padres tienen la obligación de bautizar a sus hijos lo antes posible después de su nacimiento. Es derecho de los hijos el recibir de sus padres todos los dones y valores para su desarrollo humano y cristiano, el bautismo es el don más preciado que tienen los padres, “el don de la vida de gracia”. Así como se les registra para que obtengan sus derechos, se les debe hacer hijos de Dios, hacerlos partícipes de la fe de sus padres, que es lo más importante, haciéndolos cristianos.
Al término de la ceremonia les felicitó además por la celebración del primer aniversario de vida del pequeño, posteriormente fueron objeto de felicitaciones por parte de sus familiares y amistades que se hicieron presentes y que recibieron como recordatorio un bonito bolo.
Más tarde se trasladaron al Salón Arco de Piedra, en donde se ofreció una concurrida recepción donde disfrutaron de un exquisito banquete y posteriormente su fiesta de cumpleaños en donde hubo piñata, pastel, aguinaldos y una mesa de dulces. Ahí le entonaron las tradicionales “Mañanitas” y estuvieron por ahí sus primos Katerin y André Guerrero Meléndez. Además de sus primos los Nevárez López, García López y Quiñones López y sin faltar su hermano Ángel Ahmed.
