Durante una emotiva ceremonia que tuvo como marco el Templo de Nuestra Señora de Santa Ana y la Sagrada familia recibió las aguas bautismales la encantadora niña Regina Martínez López, quien de esta manera ingresó a las filas del catolicismo.
Para este emotivo momento la pequeña lució un precioso ropón en el característico color blanco que la hizo lucir encantadora y estuvo acompañada de sus consentidores padres, los señores Miguel Martínez Aguirre y Lizbeht López Rojo, quienes cumplieron con este mandato de la iglesia católica.
Como padrinos de esta linda chiquitina estuvieron sus abuelitos maternos los señores José López y María Rojo, quienes junto a sus padres se comprometieron ante el sacerdote oficiante a encargarse de encaminar en la fe católica a Regina a lo largo de su vida. Asimismo el padre les dio a conocer los derechos y obligaciones que como papás y padrinos estaban adquiriendo ante la presencia de Dios Nuestro Señor.
Al término de la ceremonia, la nueva cristiana recibió efusivas felicitaciones por parte de sus abuelitos paternos Miguel Martínez y Socorro Aguirre, además de su hermanita Almendra Martínez López, además de otros familiares y amistades que se dieron cita.
Posteriormente los papás de Regina la llevaron al estudio fotográfico de la profesional de la lente Eliana Leyva en donde fueron los protagonistas de una bonita sesión de fotos que seguramente quedará para la posterioridad y que guardarán entre sus recuerdos más preciados.
Más tarde y cuidando todos los protocolos establecidos por nuestras autoridades sanitarias debido a la presencia de Covid-19, los padres de Regina ofrecieron un suculento banquete que tuvo como marco el Restaurant Barleón, donde los invitados se dieron cita llevándole atractivos obsequios que fueron colocados en una mesa dispuesta para ellos.
Ahí no faltaron los buenos deseos para el futuro de Regina, quien visiblemente emocionada compartió con todos ellos momentos que seguramente serán inolvidables para su familia.
Las mesas lucieron hermosa decoración especialmente para este momento y los padrinos repartieron entre la concurrencia bonitos bolos a manera de recordatorios del grato acontecimiento social.
La familia anfitriona y los festejados pasaron momentos de gran esparcimiento hasta bien entrada la tarde, en que fueron despedidos con el agradecimiento de haberles acompañado en esos inolvidables momentos.