A propósito de la pasada celebración del Día Internacional de la Mujer, hoy presentamos a mujer íntegra que ha dado su vida por su hogar, su profesión y sus gustos por la literatura y música, ella es Reyna Valenzuela Contreras.
Cirujano dentista de profesión, cantautora, poeta y narradora, además de madre de familia, su carrera la estudió por parte de la Universidad Juárez del estado de Durango. tiene Mastership en Odontología en curso, en RWTH Hachen University Germany.
Nuestra entrevistada complementa esa profesión en su vida con la de ser ama de casa y criar a sus hijos, comentó que ha participado en diversos talleres de narrativa y creación literaria, y leído su obra en múltiples espacios culturales.
Reyna Valenzuela actualmente es integrante de la Red de Escritores Independientes de Durango. En 2017 participó con un papel protagónico al lado del primer actor Erik del Castillo, en la mini serie “La toma de Juárez”, dirigida por Miguel Rico. De 2017 a 2019 llevo su proyecto literario musical a países como Chile, Colombia, Bolivia y Argentina. En 2018 curso el Diplomado Literatura Mexicana del Siglo XX. En marzo de 2019 presenta su plakette literaria “Vengase a festejar y otros relatos”. Actualmente prepara su próximo material literario.
Sobre su rico trabajo creativo quiso compartir con este medio el siguiente texto de su autoría y que se basa en la situación tan difícil que vive el mundo:
Ecos para sacudir el miedo
Después de un año en el cual puse punto y aparte, afortunadamente no punto final, asomo la mirada afuera, luego de estar tan en mí, posterior a un dos mil veinte pandémico, que me deja tantas enseñanzas, me despojo de los miedos, retomo las calles. Las banquetas antes cotidianas ahora parecen excluirme, intento reconocerme a través de ellas, imposible, mi yo, es uno distinto, permanezco alerta, ahora, procuro ir bien despierta.
La mayoría de las veces porto cubre bocas, gel en las manos, palabras desinfectadas que apapachan a quien encuentro, mientras transito este año que avanza entre apagones e incertidumbre. Distraídas, las miradas, de pronto se cruzan, adivino sonrisas bajo las mascarillas, restrinjo los abrazos a mi cuerpo y agudizo el oído en el intento de reconocer tu voz.
Sin ser de quien se queda en casa, bajé el ritmo, adecué el paso a la tempestad que nos deja a la deriva, náufragos, huérfanos…me acurruqué en el refugio seguro de las letras; las retomo para alzar la voz en este marzo y me uno al grito de miles de mujeres, que reclamamos ser escuchadas, las que somos, las que estamos, las que partieron y las que brutalmente fueron arrancadas.
Busco los rostros de las heroínas de este tiempo, que se unirán al de aquellas que desde hace décadas lucharon por la equidad de género, la igualdad, el derecho a decidir sobre su cuerpo, a elegir y ser electas. En este año, en el que México sigue escuchando, a diario, notas en las que alguna de nosotras ha sido asesinada o continúa desaparecida.
Conmemoro este mes, en un momento crucial para la humanidad: La presencia femenina ha dado un vuelco a las estadísticas, son miles las mujeres que de una u otra forma enfrentan esta pandemia de la Covid-19, que en tantas formas ha tenido rostro de mujer.
Abrazo mi ser femenino, busco la sororidad, hago eco junto a aquellas que van despojándose del miedo y pese al cubre bocas, hacemos estruendo.