Las integrantes de la Mesa Redonda Panamericana de Durango, de la cual es presidenta la señora María Lucila Córdoba de Burciaga, celebraron el 16 de octubre del presente año, su segunda Sesión de Programa en donde se rindió homenaje a la fundadora de las Mesas Redondas Panamericanas Florence Terry Grisword, en la que se expuso que esta organización fue fundada en San Antonio Texas el 16 de octubre de 1916 por Florence Terry Griswold, quien influenciada por la necesidad de ayudar a personas que escapaban de México durante la revolución de 1910, en la que se dio fin a treinta años de dictadura por caída de Porfirio Díaz.
Florence Terry Griswold fue una mujer decidida y con altas cualidades para las relaciones diplomáticas, sin dejar de lado sus dones de lideresa y su incansable carácter de lucha, adoptó el título oficial de Directora General de la primera Mesa, mismo que fuera usado por el entonces dirigente de la Unión Panamericana.
La Mesa usó como modelo el estatuto de la Unión Panamericana, hoy OEA, al establecer que cada socia representara a cada una de las repúblicas americanas. La cooperación con dicha Unión sirvió de base para establecer una organización firme y sólida que aún refleja los ideales que indujeron su formación.
En esta ocasión se participó como conferencista la socia Perla Guadalupe Valdez Rincón, quien expuso una semblanza de esta extraordinaria mujer con gran visión y como maestra de ceremonias Raquel Leyla Arreola Fallad, la oración panamericana a cargo María Luisa Acosta Machado.
Dentro de la esta sesión, se presentaron las socias Olga Patricia Alanís Quiñones y Gilda Patricia Rosales Cáceres, quienes cada una participaron como conferencistas compartiendo experiencias personales, por este “Mes de sensibilización sobre el Cáncer de Mama”, el cual es dedicado a crear conciencia y sensibilización sobre este cáncer más común y principal causa de mortalidad en mujeres de todo el mundo.
Muy interesante y sensible su participación, dando testimonio de vida como sobrevivientes de cáncer de mama, la aceptación del mismo y las dificultades que fueron viendo tanto en ellas como en otras mujeres, experiencias que las motivaron para exhortar tanto a las mujeres como a los hombres el explorarse y hacerse estudios a tiempo.
Antes de concluir la reunión, las damas reunidas disfrutaron de un rico convivio.